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EL HORIZONTE ÉTICO-EXISTENCIAL DEL MUNDO MULTICULTURAL.. Muchas más cosas podríamos extraer de la experiencia francis­ cana del encuentro. Esto son sólo unas notas del horizonte ético- existencial, de máximos antropológicos para la convivencia en un mundo de hombres y mujeres que convicen con sus procesos de so­ cialización que escape de la disolución de las culturas (transcultural) de los mitos científico-racionales. Es el concepto de persona que se realiza en cuanto que se comunica con las demás y vive en sociedad la base desde la que podemos dar respuesta al hecho multicultural. El franciscanismo se presenta entonces como una oferta de conexión cultural, que nos ofrece una clave de diálogo entre personas que se expresan en formas distintas desde una radical forma común de ser y existir. Desde esta profunda fraternidad de personas hemos de gestionar la convivencia mutua que no anula nuestra particularidad y que supera la disyuntiva excluyeme entre particularismos y homoge- neización cultural. El hombre en camino, aquel que en el siglo XX ha fundamentado la esperanza de la vida de la persona en los tiempos más difíciles93, es siempre en clave cristiana el hombre que busca. En el camino (el de la vida) es donde se encuentra. 93 Cf. G. MARCEL, Homo viator , Paris, Aubier, 1945. NAT. GRACIA LVIII 2/mayoagosto, 2011, 419-453, ISSN: 0470-3790 453

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