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MANUEL LÁZARO PULIDO cultural ni religioso en el que la dialéctica sea integración o conflicto cultural, homogeneización o relativismo, o el enfrentamiento matiza­ do e imposible que supone el interculturalismo, sino que presupone una mirada nueva al modo en el que se entiende el hombre y la cul­ tura, a partir de la objetividad de la donación de Dios a los hombres en Cristo. Desde una lectura filosófica podríamos decir que la clave hermenéutica para poder explicar el sentido del encuentro cultural es la apertura radical que el ser humano establece en cuanto que es reflejo privilegiado del Ser último que es sumo Bien y, por ende, donación. La realidad y la fecundidad del encuentro pasan por la donación esencial de la persona35. San Francisco origina una experiencia filosófica a la que sólo le falta irse actualizando y armando de conceptos filosóficos que él no conocía. La experiencia filosófica de los maestros franciscanos del siglo XIII y XIV, nos ayudará a completar su intuición y experiencia, sobre todo a través de la metafísica antropológica. 3. LA ESPECULACIÓN FRANCISCANA La comunidad franciscana y lógicamente los miembros más in­ telectuales, que conocemos como Escuela franciscana, realizaron desde un principio una lectura teológica y espiritual de su Fundador. Una lectura cuyo paradigma es san Buenaventura, pero no el único ni el primero36. Y es que aunque san Francisco no era un intelectual, como lo podía ser santo Domingo de Guzmán, ello no implicaba, esenciales del conceptofranciscano de misión según 1 R 16, en Selecciones de Fran- ciscanismo 45 (1986) 428-444. 35 Es una lectura de lo que se narra en el Anónimo de Perusa : “La noche siguiente [el sacerdote] vio en sueños una cruz inmensa cuya cima alanzaba el cielo, cuyo pie salía de la boca del bienaventurado Francisco y cuyos brazos se extendían de una extremidad del mundo hasta la otra. Al despertar, se convenció de que el bienaventurado Francisco era realmente un amigo de Diosy la Religión iniciada por él debía propagarse por el mundo entero ” (AP 13). 36 Cf. J. G. BOUGEROL, La teorizzazione dell’esperienza di san Francesco negli autori pre-bonaventuriani, en G. CARDAROPOLÍ y M. CONTI (eds.), Lettura 438 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 419-453, ISSN: 0470-3790

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