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EL HORIZONTE ÉTICO-EXISTENCIA! DEL MUNDO MULTICULTURAL.. No es escuchado y de ahí viene el fiasco de los cristianos (unos 6000 muertes en una derrota muy dolorosa). El fracaso del diálogo interre­ ligioso e intercultural viene dado porque no se ataca lo fundamental y es que esta siempre entiende que el problema se origina en las propias culturas o religiones, no cayendo en la cuenta que lo que sucede entra dentro de la esfera de la conducta humana, el hecho de no corresponder a la fidelidad a sus mensajes. No son siempre las culturas las que fracasan, sino las estrategias multiculturales las que no son adecuadas. (3) No teme presentarse ante el representante de una posi­ ción religiosa y cultural intolerante, personificada en el Sultán de los sarracenos, Melek-el-Kamel (1218-1238), que le lleva a vivir una situación vejatoria y dolorosa (“ apresado ... colmado de ultrajes y mo­ lido a azotes ”). (4) Frente a las dificultades vividas, responde con entereza y ánimo. (5) La actitud de diálogo provoca la respuesta comunicativa y asertiva del representante de la cultura diferente (“ el sultán, por el contrario, lo recibió con los más encumbrados honores ”). En la Le­ genda Mayor se nos cuenta la intención con la que se presenta el Pobrecillo: viene “ para mostrar a él (el sultán) y a su pueblo el ca­ mino de la salvación y anunciarles el Evangelio de la verdad ”31. La comunicación es posible cuando hay algo que expresar. Y san Fran­ cisco no ofrece otra cosa que un camino de vida y una verdad, que él hace vida32, siendo capaz de romper la barrera de la intolerancia. (6) Y el diálogo no implica claudicación en las ideas ni pérdida de identidad, sino encuentro interpersonal. Se busca lo profundo y lo auténtico (“Zo agasajaba... intentaba doblegarle..; ante el tesón con que lo despreciaba todo, como si fuera estiércol, estupefacto, lo miraba como a un hombre distinto de los demás; intensamente con­ movido por sus palabras, le escuchaba con gran placef'X 31 LM 9 , 8 . 32 “De hecho, observando el sultán el admirable fervor y virtud del hombre de Dios, lo escuchó con gusto y le invitó insistentemente a permanecer consigo” {Ib.). NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 419-453, ISSN: 0470-3790 435

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