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MANUEL LÁZARO PULIDO No puede haber intercambio espiritual, de seres personales, sin iden­ tificación de lo que somos. San Francisco pone el dedo en la llaga de los problemas que suscitan paradigmas culturales como la trans- culturalidad: no puede haber encuentro entre personas anónimas, porque los seres humanos no somos seres desnudos de nuestros productos, ni podemos deshacernos de nuestro espíritu, ni disociar la conciencia, ni reducir nuestra vida humana a una racionalidad científica. La cultura forma parte de lo que somos, forma parte de la persona que somos. No se encuentran seres racionales, sino perso­ nas que dotadas de razón viven sentimientos, emociones, intuicio­ nes y que con otros individuos personales interactúan, produciendo ideas, elementos, instrumentos y relaciones que llamamos cultura. San Francisco inaugura para el occidente un paradigma de encuen­ tro que trasciende la cosmética de la interculturalidad basado en la estructura radicalmente fraternal de la persona: el hombre desde lo que es (su identidad22) se dona desde la paz y el respeto. c) Invitación cultural (Horizonte ético-cultural). La segunda po­ sición, no es menos interesante: una vez establecido el encuentro, y desde el respeto, san Francisco anima a que honestamente (fra­ ternalmente) realicemos nuestras propuestas y ofrezcamos nuestros puntos de vista culturales (religiosos), nuestras cosmovisiones, como caminos a tener en cuenta. El encuentro supone respeto, pero tam­ bién la realización de ofertas. Lógicamente, no podría haber diálogo entre las personas, sin ofrecimientos. Al horizonte antropológico de la primera propuesta, se nos plantea otro horizonte ético de ofertas de caminos de conducta y búsqueda de felicidad máximos. La pro- 22 Desde el paradigma de los estudios sobre la Nueva Civilización recibe el nombre de “Identidad planetaria” como modelo de construcción: “Hacemos identi­ dad planetaria en el sentido en que reconocemos que es el lugar propio para poder identificarnos frente a lo que no somos y vemos que nos destruye: nuestro propio modo incompleto de fabricar identidades ficticias, en el sentido de desarraigadas de lo que realmente somos” (M. LÁZARO y D. BARBOLLA, Migrantes latinoamericanos a España. Conformando identidades: planetaria y latinoamericana , en D. BARBO­ LLA (ed.), Migraciones , O.c., 144-168 (en prensa), citado en D. BARBOLLA, Prólogo , en R. CAMPA, La razón instrumental. El mesianismo nostálgico de la contempora­ neidad , Madrid, Biblioteca Nueva, 2011, 10). 432 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 419-453, ISSN: 0470-3790

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