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MARÍA “MADRE SACERDOTAL” EN EL PUEBLO DE DIOS Dios p o r m ed iación d e Jesucristo . .. Pero vosotros sois linaje elegido, sa c erd o cio real, n ación santa, pu eb lo adqu irido, p a r a an u n c ia r las a la b a n z a s d e Aquel qu e os b a llam ad o d e las tinieblas a su a dm ir a ble luz ... vosotros qu e en un tiempo no erais pu eb lo y qu e a h o r a sois el Pueblo d e Dios X1P 2,5.9.10). También se alude a un sacerdocio de la comunidad cristiana en la introducción de las ‘Cartas a las igle sias de Asia’ en el Apocalipsis: “Al qu e nos am a y nos h a lavado con su sangre d e nuestros p e c a d o s y b a h ech o d e nosotros un Reino d e Sacerdotes ” (Ap 1,5.6)\ Tal doctrina sagrada del sacerdocio común de los fieles, vivida y explicada por los Santos Padres, fue quedando dormida, no obstante alusiones esporádicas, hasta que a Lutero se le ocurrió despertarla y esgrimirla contra el sacerdocio ministerial y ordenado, sacramento de la Iglesia Católica. Bastaría el sacerdocio universal recibido en el bautismo: “El qu e sale d el bautismo, p u ed e gloriarse d e h a b e r sido y a con sag rado sacerdote, obispo y p a p a ’6. Cualquier función especial en la vida de la Iglesia no tendría más justificación que un ordenamien to humano a realizar por cualquier cristiano o cristiana. La reacción católica no fue negar el sacerdocio universal, sino defender lo negado por Lutero. Y en esa tesitura se pronunció el Concilio de Trento, que reafirmó la doctrina católica sobre el sacra mento del orden. En algunas sesiones del Concilio se habló cierta mente del sacerdocio de los fieles como unión espiritual con Cristo, uniéndose a Él y ofreciéndose al Padre como hostias vivas. Pero el tema no pasó a las decisiones conciliares. 4 En ‘Internet’, para lectura, se ofrece el interesante trabajo de Carlos Ceba- llos Blanco, Pueblo sacerdotal. Estudio exegético-teológico del sacerdocio de la Comunidad en 1P 2,4-10y en el Vaticano II, Bogotá 2010. 5 “Porque todos los cristianos pertenecen verdaderamente al estado clerical; no hay entre ellos más diferencia que la del oficio (o ministerio)... esto viene de que tenernos un solo bautismo, un evangelio y una fe... solos que hacen clérigos y pue blo de Dios... y es así que el que sale del bautismo, puede gloriarse de haber sido ya consagrado sacerdote, obispo y papa, aunque no a todos incumba desempeñar ese ministerio... De ahí se sigue que laicos, sacerdotes, príncipes, obispos y, como ellos dicen, clérigos y seculares, realmente no tienen en elfondo otra diferencia que la del ministerio (es decir, del servicio) u obra, y no la del estado” (WA 6, 407s). NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 385-417, ISSN: 0470-3790 389
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