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MARÍA “MADRE SACERDOTAL” EN EL PUEBLO DE DIOS entre Dios y la Virgen una dimensión esponsal con el Padre, que hace de la “toda hermosa”, además de Hija y Madre, Esposa única, preanunciada en el Cantar de los Cantares. “Única e s mi paloma, mi p erfecta ” (Ct 6,9). Desde ahí y a base de la Sagrada Escritura deduce Lorenzo el amor y la belleza excepcional que envuelven a María en la intimidad del misterio trinitario. Llamará a María, en primer lugar esposa de Dios, otras veces, precisará diciéndola esposa del Padre, más veces la mostrará como esposa del Espíritu Santo, incluso no falta la relación esponsal con el Hijo: “En cuanto que Cristo es Dios, María es su Esposa y su Hija; en cuanto que es hombre, ella es Madre y Hermana”41. En mi estudio, hacía notar que en la concepción teológica del misterio trinitario, San Lorenzo Doctor no se aparta de la idea pri­ mariamente esencialista de los esquemas occidentales, aunque, al modo de los místicos que van más allá de las sutilezas eruditas, no se cuida de tamizar con el concepto de “apropiación” la variedad de sus expresiones relativas a cada una de las Personas de la Trinidad o a la Virgen María. Pero el tema de María como participante en el sacerdocio de Cristo tiene un calado que supera la metáfora y que posee una dimensión distinta y realmente más inmediata a Cristo sacerdote que el sacerdocio común de los fieles. El concilio, como ya hemos indicado arriba, ve el sacerdocio de los fieles como obra de Cristo Sacerdote (cfH b 5,1-5), que ‘a su nuevo pu eb lo “lo h izo Reino d e sa cerd o tes p a ra Dios, su P a d re” (cfA p 1,6; 5,9-10). Y lo h a c e “p o r la regen era ción y p o r la unción delEspíri- 41 “Quatenus Christus Deus est, María eius estfilia et sponsa; quatenus homo est, soror et mater”. Mariale: Super: Missus est , sermo. III, n. 2, 89. Pocas veces llama Lorenzo a la Iglesia “esposa de Cristo”, dejando positivamente abierta su mariología a la dimensión eclesial en el rico contexto del amor esponsal con Dios y el amor materno de María. 1. “Cristo ha sido verdaderamente desposado con la Iglesia en el atrio y tálamo del vientre virginal” (Jn Salutationem angelicam, serm. 10, n. 2; p. 244). 2. “En el Cantar de los Cantares,... el Esposo y la Esposa, Cristo y la Iglesia, son honrados con miles de alabanzasSuper: Fundamenta eius , serm. I, n. 1; p. 336. María “ama a la Iglesia y a todos losfieles, puesto que la Iglesia es Esposa de Dios, y los fieles, hijos de Dios; ama a todos los Ángeles que le sirven, ama a todos los Ángeles que están ante Él, príncipes de la corte celestialIb.,, serm. II, n. 8, 351. NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 385-417, ISSN: 0470-3790 411

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