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BERNARDINO DE ARMELLADA sacerdocio espiritual. La cuestión que surge ahora es si en la mentali­ dad de San Lorenzo, el sacerdocio de María es idéntico al sacerdocio espiritual de los cristianos o puede tener alguna connotación que lo distinga, aproximándose a la opinión de los defensores de un super- sacerdocio. Es aquí donde el análisis de la mariología laurenciana nos da pie para ver una dimensión teológica original del sacerdocio espiritual de María, que San Lorenzo no declara explícitamente, pero que cuadra sorprendentemente en su concepción de la gracia de la Virgen. La g ra cia d e la m a ter n id a d y el sa c er d o c io espir itu a l d e M aría Por mucho que se igualen los espíritus diciendo que por la gracia nos convertimos como María en ‘madres de Cristo’, la Iglesia no ha definido nuestra ‘concepción inmaculada’. La Madre de Jesús, es madre única del Verbo hecho hombre, que es siempre persona divina. Es evidente que la madre humana de un hijo Dios, posee una situación única en sus relaciones con las Personas de la Trinidad. Aunque San Lorenzo no nos presenta una sistematización expre­ sa de su pensamiento mariológico, hay un momento en uno de sus sermones en que sugiere la posible construcción metódica de una ciencia mariana partiendo, como en las demás ciencias, de un primer principio. Es la maternidad divina51. Querer recortar la importancia decisiva de la maternidad divina en su aspecto físico a favor de una acogida espiritual análoga a la de cualquier creyente, corre el peligro de desconocer la realidad única de María y caer en una especie de docetismo mariológico, en el que la carne no contaría para nada es- 37 “Sicut enim in qualibet scientia statuitur primum aliquod principium et axioma, ex quo omnes fere illius scientiae conclusiones educuntur, et comprobantur, uti in theologia quod Deus est primum ens, in naturali philosophia quod natura est principium motus, in morali quod bonum estfaciendum etfugiendum malum: ita in Evangelio statuitur hoc primum principium nobilitatis et dignitatis Mariae, quod ipsa sit vere Theotocos, naturalis, vera etpropria Mater invi et veri Dei, Unigeniti Filii summi Patris, ex quo principio concluditur quod ipsa sit Sponsa Altissimi”. In Conceptionem Immaculatam, serm. 8, n. 1, 479. 408 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 385-417, ISSN: 0470-3790

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