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BERNARDINO DE ARMELLADA convertir el sacerdocio común en el único sacerdocio trasmitido por Cristo a la Iglesia. Por otra parte, San Lorenzo, en su visión del sa­ cerdocio, no entra en perspectivas de historia de las religiones ni en exégesis bíblicas profundas, no obstante su conocimiento literal de la Sagrada Escritura. No se detiene a discutir si Jesús se llamó a sí mismo sacerdote y si su sacerdocio se distancia completamente del sacerdocio legal de Israel. Constantemente considera las funciones sacerdotales y magisteriales del Antiguo Testamento como actividad religiosa de acercamiento a Dios por la oración y los sacrificios. Todo ello lo ve como intentos imperfectos que encontrarán la plena eficacia en la obra redentora de Cristo, calificada como sacerdocio en la carta a los Hebreos. “El sum o sacerdote d e la an tigua A lianza, escribe Lorenzo, no en traba nun ca en el “Santo d e los San tos”sin el sacrificio (d e sangre ajen a). Cristo es el sumo Sacerdote... Desde el p rim er instante d e su concepción entró en el san tuario d e la Virgen, bienaven turado en el alma, p e ro no sin el sacrificio (d e su p rop ia sangre ) ”26. La acción sacrificial del sacerdocio humano ante Dios, mil veces y de mil modos intentada por el hombre, quedó asumida con una perfección y eficacia definitiva por Cristo, que como sacerdote supremo, se hace victima d e p rop icia ción p o r nuestros pecados, no sólo p o r los nuestros, sino también p o r los d el mundo entero O fn 2,2). Sentido sacerdotal d e la co laboración d e María. Que la colabo­ ración de María en la acción redentora de Cristo es una colaboración de carácter sacerdotal, lo expresa refiriéndose al primer momento en que Cristo se ofrece al Padre como sacrificio: “Cristo es el sumo S acerdote... Desde el p rim er instante d e su concepción entró en el san tu ario d e la Virgen... ”R ecuerda luego qu e el sacrificio d e Cristo estuvo figu ra d o en el sacrificio d e Isaac: “Este es el sacrificio d e Isaac en el monte Moña ( c f Gn 22,2.14), d on d e luego se ed ificó el templo d e Salomón ( c f 2Cro 3 ,1 ) ”- Y el Monte M oña era fig u ra d e M aña: 26 “Summus sacerdos (AT) non ingrediebatur in Sancta Sanctorum sine sacrificio (cf Ex 30,10; Hb 9,25). Christus est Summus Sacerdos... a primo suae con- ceptionis instanti, ingressus est hoc sanctuarium (Mariae Virginis), factus beatus in anima; at non sinesacrificio”. S. Laurentius a Brundusio, Opera Omni, Vol. I, Patavii 1964: Mariale2: Super: missus est , serm. 5, 99. 402 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 385-417, ISSN: 0470-3790

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