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EL RECHAZO DE LA GUERRA EN EL ORIGEN DE LA UNIÓN EUROPEA Filipómenes, principe de los aqueos, -había escrito Maquiavelo- se dice, entre las muchas alabanzas que ha merecido de los historia­ dores, que en tiempos de paz no pensaba en otra cosa que no fuera el arte de la guerra” 10. A lo que un Napoleón joven aún apostillará: “En ellapienso aun durmiendo..., si es que alguna vez duermo con sueño verdadero y profundo” n. En mucha mayor medida y presencia que la obra de Erasmo, las ideas políticas de Maquiavelo incidieron durante los siglos poste­ riores a su publicación sobre diversos pensadores y gobernantes eu­ ropeos, bien para ser apoyadas, bien reprimidas12. Lo que es cierto, el búnker en el que murió, si bien en esta ocasión sin “notas al margen ni subra­ yados”, T. W. RYBACK, Los libros del Gran Dictador. Las lecturas que moldearon la vida y la ideología de AdolfHitler, Barcelona, Destino, 2010, 322. 10 N. MAQUIAVELO, El Príncipe. Escritos menores sobre la milicia y el Estado, Barcelona, Ediciones B, 1990, 181. 11 ÍDEM, El Príncipe. Comentado por Napoleón Bonaparte, Madrid, Librería Bergua, 1936, 317, n. 4. 12 La propia polémica que desde su publicación atrajera la obra de Maquia­ velo {El Príncipe fue incluido en el Index de libros prohibidos en 1559 y numerosos autores, como el jesuita Ribadeneyra, realizaron fuertes críticas a la concepción polí­ tica expuesta por el autor florentino) hará que pronto se ofrezcan nuevos modelos a la educación del príncipe moderno. El Príncipe se publicó en 1513 y, solo tres años más tarde, en 1516 Erasmo publica su Educación de un príncipe cristiano. Fray Antonio de Guevara gestará su Libro áureo de Marco Aurelio así como el Relox de príncipes tan solo entre dos y tres lustros más tarde. Por su parte, El Cortesano , de Baltasar Castiglione, no verá la luz, en su edición original italiana, hasta 1528, un año antes que el Relox , y su primera traducción castellana es de 1534. Todas estas obras configuran un género que pervivirá en el tiempo a lo largo de la época renacentista y barroca principalmente, aunque su influencia se extiende mucho más adelante en el tiempo, si bien asumiendo algunos matices nuevos hasta llegar, un siglo más tarde, a El héroe y El político don Femando el Católico , de Gracián. A esto es a lo que se refiere Aurora Egido cuando, analizando la obra de Baltasar Gracián, concluye que sus escritos, “a la par que confirmar la peruivencia del Humanismo, demuestran la necesidad de cambiar los modelos ”, así como que las obras de dicho pensador “son consecuencia de ese paso del príncipe guerrero al sabio que se materializara, sobre todo, a partir de Felipe n. Aunquefue lapolémica en tomo al rey Fernando el Católico la quefomentó, precisamente, entre los maquiavelistas y sus detractores, la discusión sobre elpríncipe docto”, A. EGIDO, Humanidades y dignidad del hombre en Baltasar Gracián , Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2001, 21 y 33. NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 323-381, ISSN: 0470-3790 329

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