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FERNANDO BENITO MARTÍN a desmadejar con éxito. Una de las voces de aquella tarea es la que puede escucharse leyendo Pour l ’Europe, publicado en París el año de la muerte de su autor, y que constituye una síntesis de su pensamiento político sobre la unión de Europa, elaborada a partir de numerosos textos escritos por Robert Schuman a lo largo de su vida profesional, testigos olmdados en el fr a g o r d e la actividad cotidiana, que, en opi­ nión del político francés, le h ab ían perm itido “d e retracer le cours des événements à la lum ière d e l ’expérience a c qu ise”93. Aunque entonces no se pensara siquiera en lo que hoy se ha conseguido ya, la unión de los países europeos era necesaria a finales de los años 40. Dado que fue la indefensión en que la guerra dejó al continente lo que hizo inevitable pensar en nuevas formas de hacer política en aquel paisaje inédito para aquella generación, no es de extrañar la coincidencia de pensamiento: “ Après deux guerres mondiales, nous avons fin i p a r re­ connaître qu e la meillure garan tie p ou r la nation ne reside plus dans son splendide isolement, ni dans sa fo r c e propre, quelle qu e soit sa puissance, mais dan s la solidarité des nations qu i sont gu idées p a r un m êm e Esprit et qu i acceptent des tâches communes dan s un intérêt com ú n ”94. Si bien los pensadores estudiados en el apartado anterior se caracterizaron ideológicamente en su mayor parte por su cercanía al liberalismo, tanto los que reflexionaron en el periodo de entre- guerras como los que seguirían a esta generación de políticos en activo en los años 40 y 50, Robert Schuman, como por lo general aquella generación de políticos que tomaron el poder tras la guerra, se encontraba en la órbita del conservadurismo. Su ideario ha de contextualizarse, inequívocamente, bajo la inspiración de los prin­ cipios democráticos, para él arraigados en el cristianismo y ligados a él95 (a pesar de que “le christianisme n ’est p a s et n e doit p a s éter 93 Pour l’Europe, O. c., 11. 94 Ib., 30. 95 “Jamais avant le Christ pareilles idées n ’avaient étéformulées. La démo­ cratie est ainsi liée au christianisme, doctrinalement et chronologiquement”, Pour l’Europe, O. c., 57. 362 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 323-381, ISSN: 0470-3790