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FERNANDO BENITO MARTÍN aunque encendidos aún los rescoldos. Si bien es cierto que, como he­ mos visto, desde las décadas anteriores el tema era común entre in­ telectuales y escritores de todo tipo, algo enormemente significativo había cambiado el modo en que Europa se aparecía ahora a quienes reflexionaban sobre su futuro. Interesa resaltar, por otra parte, que no se trataba de una excepción sino de un clamor en toda Europa. Solo unos años antes, en los momentos epilógales de un periodo en el que se dieron dos guerras cuyo horror difícilmente acertarán a intuir quienes no las vivieran, un griego italianizado auguraba dra­ máticamente, en 1944, que “Europa crece y se desarrolla para ser en el mundo lo que los Balcanes han sido hasta ahora en el seno de E u r o p a Y concluía demoledoramente preguntándose: “¿Hay una voluntad suicida más explícita?”45. En 1947, por su parte, el filósofo francés Emmanuel Mounier, en la revista Esprit, lo expresaba con toda claridad en parecidos términos: “Hay que despertar a los p u e ­ blos de Europa de esta muerte pasiva. Desde hace tres años, Europa no sabe dónde encontrarse a sí misma. Tiene una razón de aqu í en adelante. La primera vocación de Europa es hacer que no estalle la tercera guerra m und ia l”44. Ya no se trataba de advertencias y atrás, muy atrás, habían quedado ya los avisos de autores como Ortega y Gasset o el alemán Spengler en su celebérrima obra La decadencia de Occidente. Si bien no pudo evitarse, la 11 Guerra Mundial, incluyendo el periodo que la antecedió y aquellos años en que se vivieron de una manera más duramente sus consecuencias, supuso desde un punto de vista intelectual una clara división de la que una generación de escritores, de manera especial, levantó acta como sin saberlo, intu­ yéndolo de una manera involuntaria. Como si la física permitiese la aparición en los territorios de lo literario y de la creación artística de unos vertiginosos remolinos de energía en torno a determinados momentos históricos clave, las generaciones activas en dichos mo­ mentos episódicos determinantes se ven sometidas a dicha energía 43 A. SAVINIO, El destino de Europa, Barcelona, Bruguera, 1984, 88. 44 E. MOUNIER, Obras completas, vol. iv, Salamanca, Sígueme, 1988, 288. 340 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 323-381, ISSN: 0470-3790

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