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DANIEL S. VEGA CERNUDA de Johann Walther (1538). Una Música a la que había llegado a comparar con la Teología en carta al compositor Ludwig Senfl (1486- 1542), largo tiempo al servicio de la corte de Baviera con Maximili­ ano I y Wilhelm IV, y compositor muy apreciado por Lutero, con el que mantuvo buena relación, aunque no abrazó la Reforma: “ Y digo igualmente y no me avergüenzo de afirmarlo, que des­ pués de la Teología no hay arte alguno que se pueda comparar con la Música, porque sólo ella después de la Teología consigue aquello que pueda proporcionar lapaz y satisfacción del alma ”79. El elenco de dichos de Lutero a favor de la música (incluso burlándose de su voz) sería interminable, pero creo que los citados declaran suficientemente su pensamiento. Con estas ideas de Lutero, muy maduradas antes de ponerlas en práctica, todo parecía que iba a ser fácil, pero la Reforma tuvo que sufrir una grave crisis interior (no sólo por lo que respecta a la Música), antes de emprender el camino que la definiría. Tras la Dieta de Worms, que le declara proscrito, Lu­ tero se refugia en la Wartburg, el castillo roquero de Eisenach, en el que permanece de incógnito de mayo de 1521 a marzo de 1522. Es aquí donde interviene Andreas Carlstadt (1486-1541). Su nombre completo era Andreas Rudolph Bodenstein al que añadió el gentilicio von Karlstadt [del Main] por el que fue más conocido, Doctor en Teología por la Universidad de Wittenberg (1510) y en Derecho en la romana Universidad de La Sapienzia (1516); en 1512 como Canciller de la de Wittenberg había colacionado a Lutero el grado de Doctor. En 1516, a la vuelta de Roma, publicó un escrito muy crítico de censura en 156 puntos, adhiriéndose inmediatamente al movimiento que al año siguiente inició Lutero. En 1519 Johann Eck lo convoca junto con Lutero a la mencionada disputa en Leipzig, lo que llevaría en junio de 1520 a ser incluido en la bula de exco- 79 “ Und ich sage es gleich heraus und schäme mich nicht, zu behaupten, daß nach der Theologie keine Kunst sei, die mit der Musik könne verglichen werden, weil allein dieselbe nach der Theologie solches vermag, was nur die Theologie sonst verschafft, nämlich die Ruhe und ein fröhliches G em ü te M. LUTHER, Ausgewählte Schriften , Insel Verlag, tomo 6, 134. 306 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 243-322, ISSN: 0470-3790

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