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DANIEL S. VEGA CERNUDA En 1498 (cuenta 15 años) le enviaron sus pa­ dres al convento de fran­ ciscanos de Eisenach (la ciudad en la que nacería siglos después J. S. Bach y donde asistiría a la misma escuela hasta los 10 años), en la que Lutero recibió una depurada formación poético-musical. La esca­ sez de recursos económi­ cos de la familia le obli­ gaba, tanto en Magdeburg como inicialmente en Eisenach, a pedir limosna cantando para sufragar sus gastos como “kurrende”, actividad muy común en los estudiantes alemanes durante siglos. Al oírle cantar Ursula Cotta, señora de rica familia de la ciudad, lo acogió en su casa (hoy es un “Lutherhaus”, casa-museo de Lutero), muy próxima a la iglesia parroquial de St. Georg, en la que fue bautizado Bach. Allí resi­ dió hasta 1501 recibiendo alojamiento y manutención, y a cambio de­ bía ayudar al hijo de la familia en sus tareas escolares. En la casa, muy influenciada por los franciscanos, se practicaba la “Devotio moderna”, y era muy apreciada la música, con la que el joven Martín recreaba a los dueños y sus visitas, dedicándose especialmente al estudio de la flauta y el laúd. Mathesius, un alumno de Lutero, describiría a Frau Cotta como una “piadosa señora”, y el mismo Reformador alude al cariño casi filial que le profesó cuando decía en una de sus “Conver­ saciones de sobremesa” refiriéndose a ella: “Es istkein besserDing au f Erden ais Frauenliebéwems mag werden ” (No hay cosa mejor en la tierra que el amor de mujer, para quien pueda alcanzarlo). Al alcanzar los 18 años, la situación económica de la familia había mejorado sustancialmente al explotar en propiedad el padre una mina de cobre en la que trabajaba, y se puede permitir cos- 68 D. MARTIN LUTHER, Kritische Gesamtausgabe, Weimar, 1883, Band 30, 2. Abt., 576. 28. La casa de lafamilia Cotta en Eisenach, en la quefu e acogido eljoven Lutero 302 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 243-322, ISSN: 0470-3790

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