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DANIEL S. VEGA CERNUDA que posteriormente se irían ampliando hasta constar de dos versos e incluso cuatro, que terminaban siendo resúmenes de la sequentia o del himno que entonaba en latín la schola. Se encuentran frecuen­ temente escritos en los manuscritos inmediatamente después del co­ rrespondiente canto latino, del que vienen a ser una glosa abreviada, y es posible que fueran interpretados consecutivamente. El ejemplo38 que sigue, datado en el siglo XIII, tomado de un ceremonial del Ofi­ cio de Pascua presenta (entre corchetes rojos) la aclamación. Dice así: “Volviendo del sepulcro en procesión, vayan cantando unisonal­ mente esta antífona: “ Resucitó com o dijo el Señor y os p r e c ed e a Gali­ lea; en el cam in o lo v e r é i s El pueblo entero aclama unánimemente: “Christ ist erstanden ” [Cristo ha resucitado]”, todo con su notación por encima del texto y la prescripción (final del fragmento) del canto del Te Deurn: dbrovwcmum.Bicrnicmmf jfrjnjlcbrp «un p ' ctV&onveammcbwwn.cdimrwrfbam ¿nttptf. ^Swnyavemm fuwr d^jUnmmf<tjnrftd<* uóf mgaldfctm¿rvt4Un mmuuwm f4 * vm a # vm * .YofnüotnzmaccLunáimlC 'rtfrifr 4 F v » 4 im U u d Ceremonial litúrgico del siglo XIII. ¿ f b m d m f d l a í U m . En el mismo “ Enchiridion ” encontramos tres esclarecidos ejem­ plos de “Leis”, todavía presentes en el actual “Gesangbuch” (EGB) oficial: 38 Nürnberg, Germanisches Nationalmuseum, manuscrito 22923, fol. 107b. 28 2 NAT. GRACIA LVIII 2/mayo-agosto, 2011, 243-322, ISSN: 0470-3790

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