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EL INTELECTO AGENTE SEGÚN JOANNE GABRIELE BOYVIN (S. XVIII) divino : la virtud de hacer las especies inteligibles “se le ha concedido naturalmente a este entendimiento por Dios ” escribe. Asimismo, la tesis de que el intelecto agente permanece en el alma separada y que es propio de los ángeles es un gran acierto, pues denota que el intelecto agente es personal y que no se puede sustraer de la criatura espiritual sin negar su índole radical. En efecto, lo más propio de las criaturas espirituales no es su naturaleza (que en el hombre es común a la humanidad, y en el ángel es distinta en cada uno), sino su persona , que es siempre distinta, novedosa e irrepetible en cada quién (tanto en los hombres como en los ángeles y en las personas divinas). Tras la muerte, el hombre pierde su corporeidad pero no su persona , el ser que es. Pues bien, el intelecto agente es el conocer persona Z53, no el conocer natural. De otro modo: en el hombre el intelecto agente no es el conocer propio de la razón, sino el conocer previo y superior que activa a su razón. Ahora bien, si la razón per­ tenece a la esencia humana -al tener-, el intelecto agente formará parte de su acto de ser -su ser- es decir, de su luz íntima o sentido personal En consecuencia, no se puede perder tras la muerte, pues de perderse el hombre dejaría de ser quien es. Otra ventaja del planteamiento boyviniano estriba en admitir que el intelecto agente puede formar especies inteligibles de las rea­ lidades inmateriales (los ángeles y Dios incluidos). A lo que precede se puede añadir que también puede formarlas de realidades mate­ riales que antes no han sido ni percibidas ni imaginadas, e incluso de asuntos fantásticos nuevos antes no imaginados. También es un tud activa inmaterial que abstrae el fantasma de las condiciones materiales. Y esto pertenece al intelecto agente, ya que el intelecto agente es cierta virtud participada de alguna sustancia superior, a saber, de Dios”. Q.D. De Anima, q. un., a. 5, co; “La luz del intelecto agente, de la que habla Aristóteles, es impresa en nosotros inmedia­ tamente por Dios”. De Spiritualibus Creaturis, q. 10, co; “Es llamado por Aristóteles luz recida en nuestra alma por Dios”. Id., q. 10, co; “Es propio de Dios ilum inara los hombres imprimiéndoles la luz natural del intelecto agente”. Q.D. De Anima, q. 10, ad 1. Cf. asimismo: S.Theol., I ps., q. 79, a. 4 co. 53 Cf. mi trabajo: El conocer personal. Estudio del entendimiento agente según Leonardo Polo, Cuadernos de Anuario Filosófico, Serie Universitaria, n° 163, Pamplona, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra, 2001. NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 177-199, ISSN: 0470-3790 197

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