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JUAN FERNANDO SELLÉS especies de las cosas en la mente, y que por ellas entendemos cuando queremos; pero no tenemos impresas las especies de las cosas sino en el intelecto paciente, en el que son impresas por el intelecto agente, y no producimos las intelecciones sino por el intelecto paciente: por tanto, no se puede negar que existe en nosotros el intelecto posible ”25. En cambio, la prueba que da para demostrar la existencia del intelec­ to agente es indirecta : ulas realidades corporales aprehendidaspor la fantasía son demasiado materiales de manera que puedan imprimir por el intelecto agente la especie espiritual, por la que entienda; por tanto, se requiere la existencia del intelecto agente, que espirituali­ ce las especies sensibles corpóreas... y las imprima en el paciente, de manera que por aquellas especies se produzcan las intelecciones espirituales ”26. Lo confirma añadiendo que debe haber proporción entre el objeto y la potencia: como el alma que entiende es puramen­ te espiritual, y los objetos son materiales, se requiere espiritualizarlos para que sean entendidos por el alma, y ésta es la labor del intelecto agente. Por tanto, lnegari non debet quin detur intellectus agens\ 2 a conclusión : pese a lo indicado, seguidamente añade Boy- vin algo de esperar, porque sigue la mente de Escoto: “el intelecto agente y el pasible no se distinguen realmente, sino formalmente ”27. La primera razón que ofrece es que ambos intelectos se identifican con el alma; por tanto, se identifican entre sí (recuérdese asimismo que, según Escoto, no cabe distinción real entre el alma y sus poten­ cias). No hace falta distinguirlos -añade - porque los diversos actos y denominaciones pueden ser competencia de la misma facultad, máxime cuando un acto se subordina al otro, de manera que uno se requiere para el otro. La segunda razón dice que los diversos oficios del intelecto agente y paciente denotan distinción formal , y “esta distinción formal aparece manifiesta por la diversa definición del intelecto agente y paciente; pues aquél se describe como potencia del alma espiritual que concurre con elfantasma para producir las 25 “Quia continuo sentimos nos rerum species babere in mente etper eas inte- lligere quando volumus”. Id ., 360 . 26 Id., 360 . 27 Id ., 360 - 361 . 186 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 177-199, ISSN: 0470-3790

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