PS_NyG_2011v058n001p0105_0134

PABLO GARCÍA CASTILLO Es indudable que Dionisio tiene ante sus ojos este texto ploti- niano cuando describe cómo el alma puede unirse a aquella inefable belleza que lo supera todo. Así lo expresa: 7 Que podamos también nosotros penetrar en esta más que lumi­ nosa oscuridad! ¡Renunciemos a toda visión y conocimiento para very conocer lo invisible e incognoscible: a Aquel que está más allá de toda visión y conocimiento! Porque ésta es la visión y conocimiento verdaderos: alabar sobre­ naturalmente al Supraesencial renunciando a todas las cosas. Como los escultores esculpen estatuas. Quitan todo aquello que a modo de envoltura impide ver claramente la form a encubierta. Basta este sim­ ple despojo para que se manifieste la oculta y genuina belleza ”55. La teología mística es ante todo teología negativa, pues consiste en quitar lo puesto en las afirmaciones que previamente ha estableci­ do la teología afirmativa. Si afirmar es descender desde los principios hasta las consecuencias, negar es ir quitando estas mismas afirma­ ciones desde los extremos para ascender hasta el principio. Sólo esta privación de afirmaciones, palabras y conceptos puede permitir pe­ netrar en aquella oscuridad trascendente que no dejan ver las luces de las cosas. Así, como un proceso de descenso y ascenso, entiende Dionisio que pueden interpretarse sus escritos. En su obra ficticia o perdida, que llevaba el título de Teología sim bólica , exponía, por medio de analogías, las nociones de la teología afirmativa, como la naturale­ za del Bien, la unidad y la trinidad, la paternidad y la filiación y la esencia del Espíritu. Por ello, debió ser su obra más extensa, pues era necesario explicar y justificar las afirmaciones respecto a la di­ vina esencia. Algo semejante puede decirse de los Nombres d e Dios , en donde explica en qué sentido decimos que Dios es Bien, Ser, Vida, Sabiduría, Poder y todos los demás nombres que le atribuye la Escritura. Pero la Teología m ística , que recorre el camino inverso desde las cosas hasta el principio inefable, es apenas un tratado de unas pocas páginas, pues ascender hasta la divina tiniebla es como 55 Teología mística , 1001 A- 1025 B. 132 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 105-134, ISSN: 0470-3790

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz