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EL DIVINO RAYO DE TINIEBLAS pretende conocer son una consecuencia del exceso de luz que brota del Bien y la hermosura de la fuente de todo ser y de todo conocer. El rayo de tinieblas no contiene oscuridad alguna, sino superabun­ dancia de bondad y de luz inaccesible por su infinitud. El divino rayo de tinieblas es el fulgor irresistible de los miste­ rios silenciosos que, siendo intangibles e invisibles, inundan nuestras mentes deslumbradas. Es un no saber, que supera toda ciencia, pero que no es ignorancia, sino absoluta trascendencia expresada en la teología apofática de Dionisio. Así, al menos, lo entendió Puech, cuya interpretación parece bien fundada, en cuanto al significado trascendente de este conocimiento que supera todo entendimiento49. Podemos, por tanto, concluir que el divino rayo de tinieblas significa, de forma metafórica y mística, la sublime expresión que trasciende las negaciones y las afirmaciones sobre la realidad su- praesencial y su trascendencia en relación con el entendimiento hu­ mano. Así parece que debemos entender las palabras que leemos en la Teología m ística : “Debemos afirmar que, siendo Causa de todos los seres, habrá de atribuírsele todo cuanto se diga del ser, porque es supraesencial a todos. Esto no quiere decir que la negación contradiga a las afirma­ ciones, sino que por sí misma aquella Causa trasciende y es supraesen­ cial a todas las cosas, anterior y superior a las privaciones, pues está más allá de cualquier afirmación o negación”50. El divino rayo de tinieblas es la manifestación sin velos de esa realidad inefable, que sólo llegan a vislumbrar quienes superan las afirmaciones y negaciones y alcanzan el elocuente silencio que muestra los secretos. La trascendencia de la realidad divina sólo pue­ de alcanzar el alma que ha subido a la cima del monte, como Moisés, después de haberse despojado de las sandalias que le conducían por los caminos mortales de la palabra humana. Esa realidad misteriosa y deslumbrante supera incluso el ámbito del logos , pues es más que 49 Véase el profundo análisis de las interpretaciones de Puech y Vanneste en M. TOSCANO y G. ANCOCHEA, O. c. 167-176. 50 Teología mística , 1000 A. NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 105-134, ISSN: 0470-3790 129

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