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PABLO GARCÍA CASTILLO la Teología mística que citamos al comienzo. Las tinieblas más que luminosas del silencio, que muestra los secretos más allá del no saber y de la luz, no son sino expresión de este deslumbramiento que sufre el ojo del alma cuando se une al Bien primero, hermosura soberana, que se torna oscuridad por el exceso de luz. Este momento sublime de la unión mística, que trasciende toda ciencia y todo saber, es más intenso y profundo que la noche oscura de la mística posterior47. Ciertamente, siguiendo los símbolos de Filón y de san Gregorio de Nisa, Dionisio presenta la unión mística como fruto de un largo y difícil ascenso al monte, dejando atrás todo lo exterior y trascendien­ do también el conocimiento intelectual, para, una vez purificado, poder alcanzar la unidad con el bien amado. Así lo sugiere en la misma Teología mística , donde leemos lo siguiente: “Estopido, Timoteo, amigo mío, entregado por completo a la con­ templación mística. Renuncia a los sentidos, a las operaciones intelec­ tuales, a todo lo sensible y a lo inteligible. Despójate de todas las cosas que son y aun de las que no son. Deja de lado tu entendery esfuérzate por subir lo más que puedas hasta unirte con aquel que está más allá de todo ser y de todo saber. Porque por el libre, absoluto y puro apar­ tamiento de ti mismo y de todas las cosas, arrojándolo todo y del todo, serás elevado espiritualmente hasta el divino Rayo de tinieblas de la divina Supraesencia ”*8. Esta sublime unión del amante y el amado no es la unidad del entendimiento y de lo inteligible, porque esta vivencia inefable no consiste en ningún modo de conocimiento, sino que es una expe­ riencia amorosa. No vale, por tanto, el símbolo de la noche oscura, que resulta insuficiente para acoger esta unión mística, pues alude más a la oscuridad de los ojos y la mente del alma que busca al ama­ do que a la misma unión de la amada en el amado transformada. La oscuridad y las tinieblas más que una limitación del sujeto que 47 Para entender en toda su plenitud el significado de la oscuridad, las tinieblas y la noche en el lenguaje místico puede verse el detenido análisis de Ma J. MANCHO, El símbolo de la noche en San Juan de la Cruz. Estudio léxico-semántico , Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1982. 48 Teología mística , 1. 997 B - 1000 A. 128 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 105-134, ISSN: 0470-3790

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