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ALEJANDRO DE VILLAMONTE Pero según conocido apotegma de Pascal “el corazón tiene sus motivos que la razón no conoce”Y M. de Unamuno, genio espiritual­ mente afín al de Pascal, en similares situaciones espirituales, habla de (la cardíaca\ esa actividad del espíritu humano que, en la bús­ queda de verdad y vida intensa, sigue caminos diferentes de los mar­ cados por la razón lógica, sigue los caminos del corazón, de la razón cordial. La pura razón lógica de la CTI rechaza como inaceptable para la ciencia teológica actual, la figura del limbo, que la razón cor­ dial, la cardíaca había creado en tiempos pasados. En nuestros días estamos esperando la reacción de la razón cordial, de la cardíaca frente a cualquier conclusión de la razón lógica. Ésta, guiada por las exigencias de la teoría del pecado original, seguro que no ve motivos para hablar de la salvación de estos niños que mueren sin bautismo. El documento de la CTI varias veces hace alusión al <(sensus fide- lium’\ al sentir del pueblo cristiano en el tema que está tratando (nn. 28. 78. 96. 100. 5). Y sabemos dos cosas: que los teólogos ocupan un lugar privilegiado dentro del sentir del pueblo cristiano. Y, en for­ ma más general, podemos aceptar la opinión de san Buenaventura: que la teología, toda ella, es un saber dirigido por la piedad y hacia la piedad ( scientia secundum pietateni). Piedad teologal hacia Dios, dentro de cuyo designio amoroso, salvífico no cabe el que ocurra la perdición eterna de tan gran multitud de ‘inocentes’ seres humanos, creados por Dios para la vida feliz. Y piedad humana y cristiana que rechaza la idea de que se someta a los castigos eternos a tantos niños inofensivos e “inocentes” por definición. Me parece que la razón cor­ dial, la cardíaca, (de pascaliana y unamuniana memoria), va a ejercer su influencia en la respuesta que al CTI pueda ofrecer a la pregunta por la posible salvación de los niños que mueren sin bautismo. 2. A p er t u r a h a cia u n a n ueva respu esta La CTI no quiere abandonar del todo el estudio del problema de la salvación de estos niños, porque la preocupación está en el ambiente, en la reflexión de los teólogos y en el sentir del pueblo cristiano. Se quiere ofrecer una alternativa que sea más aceptable 72 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 67-102, ISSN: 0470-3790