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ALEJANDRO DE VILLAMONTE serán condenados. Pero con una seguridad prudencial, como opinión teológica razonablemente fundada, decían que tales niños, de hecho por la bondad de Dios, disfrutan de una felicidad natural en el lla­ mado “limbo de los niños”. Esta solución, vigente durante siglos, es descartada por la CTI. Pero eliminado el limbo ¿no queda para esos niños ningún camino de salvación? Aunque la “salvación” que ofrecía la teoría del limbo era de todo incompleta y convencional. Porque sí evitaba el infierno, pero no implicaba la visión beatificante de Dios. La s it u a c ió n t e o l o g a l d e tales n iñ o s al lleg ar a la ex ist e n c ia Como punto de partida para responder a la pregunta por la sal­ vación de los niños que mueren sin bautismo, pienso que es necesa­ rio retrotraerla a esta otra: la situación teologal de los niños al entrar en la existencia. Porque, según ley y norma ordinaria establecida por Dios y según las mismas leyes de la biología, estos niños no pueden cambiar la situación teologal en la que entran en la vida. Las respuestas que puedan darse a la pregunta podemos tipifi­ carlas en estas tres: Pregunta y respuesta serían irrelevantes, marginales para nues­ tra ortodoxia; y para nuestra ortopraxis. Es decir, para lo que interesa creer y lo que se debe hacer respecto a estos niños. Por otra parte, es problemático el que dispongamos de datos suficientes para respon­ der, con mediana solvencia la pregunta. Pero el hecho histórico se impone. Desde el siglo V, los teólogos latinos, como derivación lógica de su teoría sobre el pecado original, han manifestado su seria preocupación por el problema. Lo hemos descrito en páginas anteriores. Para resolverlo elaboraron la teoría del limbo de los niños. La preocupación y la dificultad han creci­ do ante la teología y ante la sensibilidad humana y religiosa de los cristianos actuales. Citando a Y. Congar, la CTI dice que “el destino eterno de los niños que mueren sin bautizar es uno de los más difíci­ les de resolveren la síntesis teológica ” (CTI nn. 70; 70-79). Afirmación del todo exacta para los que mantienen la teoría del pecado original. 92 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 67-102, ISSN: 0470-3790

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