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LA TEOLOGÍA CATÓLICA ABANDONA LA TEORÍA DEL LIMBO Respecto a la eficacia respectiva de la desobediencia de Adán y de la obediencia de Jesús, la comparación/paralelismo resulta fu­ nesto y humillante para Jesús de Nazaret. Pues la desobediencia de Adán consigue que toda la descendencia en él condensada, quede automáticamente convertida en “masa de condenación (Agustín). La obediencia de Jesús logra salvar a unos pocos seleccionados de esa masa (Agustín). Por mi parte no tengo inconveniente en reiterar la repulsa a la “Teología de Adán” iniciada por san Agustín y cultivada y sistema­ tizada durante siglos por los teólogos de la Iglesia occidental. Está llena de incongruencias y desajustes internos. Pero sobre todo, la abandonamos porque no puede apoyase ni en la “autoridad de la Escritura, ni en la autoridad de la Tradición. No puede mantenerse a nivel de la ciencia teológica. Podría dársele el calificativo de “ejer­ cicio de teología ficción”, prolongado durante siglos. Pues los mate­ riales de que ha sido entretejida proceden de la mitología primitiva y ancestral. Re- elaborados por los pensadores platónicos, gnósticos, maniqueos. Y, finalmente introducidos por S. Agustín y sus seguido­ res en el sistema teológico occidental. Por eso podemos afirmar: - La teoría de pecado original no es doctrina bíblica10. - No existe una Tradición universal y unánime en la ense­ ñanza del pecado original. No pueden reducirse a denomi­ nador común, a una “opinión común /commnis opinio” las diferencias entre la tradición oriental y la occidental. Dentro de Occidente entre la tendencia agustiniana, y la tendencia anselmiana escotista. Para terminar con las numerosas disen­ siones modernos sobre el pecado original11. 10 A. de VILLALMONTE, El Nuevo Testamento ¿conoce el pecado original?, en Estudios Franciscanos 81 (1980) 263-353. ID., Cristianismo sin pecado original , 48-65. Las controversias del siglo XX sobre el tema en A. de VILLALMONTE, El pecado original. Veinticinco años de controversia (1950-1975) 82-84; 271-297; 437- 440; 447-490. 11 Ver A. de VILLALMONTE, Qué “enseña ” Trento sobre el pecado original. en Naturaleza y Gracia 26 (1979) 167-248. El Tridentino propone la enseñanza NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 67-102, ISSN: 0470-3790 89

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