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ALEJANDRO DE VILLAMONTE II. HAY SALVACIÓN PARA LOS NIÑOS QUE MUEREN SIN BAUTISMO Indicábamos al principio de este artículo que hace años, noso­ tros, aunque dentro de otro contexto, habíamos tratado la misma cuestión de fondo que ahora trata el documento de la CTI5. Si bien el enfoque y la respuesta que dábamos eran distintos y distantes de los que ofrece este documento. Nosotros, como es normal en todos los que estudiaban el problema, partíamos del supuesto de que los mencionados niños mueren en idéntica situación teologal a la que tenían al entrar en la vida. Pues, dada la situación natural en que inician la vida, sin capacidad de actos conscientes y libres, el breve tiempo que viven, no es posible alterar la situación inicial. La CTI advierte que el niño, aunque entra en la vida en situación de pecado, no se sigue necesariamente que vaya a morir en tal estado. Podría haber otro final de su vida. Ya recogimos esta advertencia de la CTI y la comentaremos de nuevo más adelante. Sin perderla de vista, volvemos a tratar el problema de la suerte eterna de los niños que mueren sin bautismo bajo la misma pregunta entonces formulada. Iniciamos, pues, nuestro estudio hablando de la situación teologal de estos niños al llegar a la existencia. Tema que estimamos más radical y menos comprometido con las soluciones que históricamente se han dado al problema. Situación teologal del hombre al llegar a la existencia. Una pre­ gunta que hay que justificar. Con humor y con cierta connotación irónica se ha dicho que los teólogos son unos hombres profesio­ nalmente atareados en buscar respuestas profundas e intrincadas a preguntas que nadie ha formulado. Reconozcamos con singular humor, que el riesgo de que así suceda, con frecuencia no ha sido satisfactoriamente superado. En Oriente encontramos las ‘cuestiones bizantinas’ levantadas por los teólogos de aquella región. En Occi- 5 En estudios anteriores hemos tratado con detención el tema que se estudia en toda esta sección II. A. de VILLALMONTE, ¿.Pecado original o santidad origina­ ria?, en Estudios Franciscanos 82 (1981) 269-351. ID., Voluntad salvífica universal y el pecado original , en Est. Franciscanos 92 (1991) 1-24. ID., Cristianismo sin pecado original , 15-44; 115-135. 78 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 67-102, ISSN: 0470-3790

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