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FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS en cuanto tal y el momento a partir del cual merece dicho título con todo el peso que conlleva. Nos obliga a distinguir estos dos tiempos implicados en la autodesignación de Jesús con dicho título: “ Veréis el cielo abierto y a los ángeles d e Dios su biendo y ba jan d o sobre el Hijo d el h om b re,, (Jn 1,51). No se nos habla del tiempo en que dicha visión tendrá lugar. Se anuncia como futura. Se halla, por tanto, en la línea de los demás títulos cristológicos. No son aplicables a Jesús antes de la fase ante­ rior a su muerte-resurrección. Nos parece excesivamente crédula o poco fundada la manifestación siguiente: “Con esto (algunos textos, entre otros la confesión de Cesarea de Filipo, Me 8,27-33 y algún otro) hemos encontrado las huellas de los títulos de Jesús recogidos por la confesión pascual de los cristianos”. Estos títulos procedían ya, evidentemente, de las tradición prepascual acerca de Jesús y fueron afirmados u utilizados por Jesús mismo. Atribuir exclusivamente es­ tos predicados a la comprensión postpascual y a la fe de la comuni­ dad equivaldría a hacer que fuera incomprensible históricamente el camino de Jesús y con Él su misión”. El Hombre. Hijo d el hombre. Arquetipo Humano. Los tres títulos o expresiones son sinónimos. El preferido por Jesús fue el de “Hijo del hombre”. Así lo demuestra la estadística siguiente: La expresión o título “Hijo de Dios” es utilizada doce veces por Mateo; siete por Marcos; diez por Lucas y nueve por Juan. “Hijo del hombre” aparece treinta veces en Mateo; catorce en Marcos; veinticinco en Lucas y doce en Juan. Ochenta y dos veces sobre treinta y ocho. Tengamos en cuenta que la expresión “Hijo de Dios” teórica y teológicamente debería tener mayor relieve, sin embargo la estadística menciona­ da nos confirma en que Jesús optó con preferencia por “Hijo del hombre”27. El problema, grave problema, sin duda, es pasar de Jesús a Je ­ sucristo, del Jesús de Nazaret al Cristo de la fe o al Hijo del hombre. Dicho de otra manera: ¿Cómo la jesuología llegó a cristología o cómo 27 Cf. F. FERNÁNDEZ RAMOS, La Realidad Suprema y su Teofanía definitiva. El Hijo del Hombre. El Hombre, UPSA, Salamanca, 2007, 24, nota 15. 54 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 7-66, ISSN: 0470-3790

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