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FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS i) Queremos abrir un paréntesis para dejar constancia de que cuando hablamos de la especificidad cristiana no la entendemos como exclusividad. Más arriba transcribimos la sentencia de Lutero: “La muerte se ha convertido en mi sueño”. Más allá de las fronteras del cristianismo, en las grandes religiones del mundo, nos encontra­ mos con un concepto muy próximo al que expresa san Pablo cuando dice.- ’’vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en m í” (Gal 2,20). Desde la óptica musulmana debemos someternos por completo a Dios, no para satisfacer nuestra propia voluntad sino la de Alá, alzan­ do así la plena realización de nuestra humanidad. En términos judíos vivir según la ley de Dios, adaptando nuestra voluntad a la voluntad divina, alcanzando así, una vez más, la reali­ zación de nuestra voluntad, proporciona la vida, siempre y cuando no entendamos por ley de Dios la ritual, la casuística... sino la expre­ sión de su voluntad. En términos hindúes y citando a Radhadkrisnan, “Tanto la conciencia como la voluntad divinas deben convertirse en nuestra conciencia y voluntad”. Esto significa que nuestro yo debe dejar de ser algo privado; debemos renunciar a nuestra voluntad, y dejar que muera nuestro ego, entregando toda su naturaleza, con­ ciencia y carácter a lo divino. En términos budistas, por último, po­ dríamos citar a uno de los principales exponentes contemporáneos del budismo en occidente, Masao Abe, al señalar que “la salvación budista no es más que un despertar ante la realidad tras la muerte del ego”12. j) La esperanza cristiana surge como consecuencia del Señorío gracioso de Dios manifestado en Cristo, que es la máxima gracia, destinada de forma indiscriminada a todos los hombres; esto mismo hay que afirmar de la escatología cristiana. Como también es necesa­ rio afirmar el paralelismo entre ambas realidades ya presentes, pero sólo incoativamente. El reino de Dios está presente y sigue oculto; la escatología ha hecho acto de presencia y dirige nuestros ojos ha­ cia el futuro. La esperanza cristiana, el Reino y la escatología están totalmente aquí y totalmente fuera de aquí. Aquello que ya es una 12 Cf. F. GARCÍA LÓPEZ, O. c. 30 NAT. GRACIA LVIII 1/enero-abril, 2011, 7-66, ISSN: 0470-3790

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