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EL MISTERIO DEL SOBRENATURAL A LA LUZ DE LA ‘CONTINGENCIA SINCRÓNICA’ III. ¿EL DIOS ABSOLUTAMENTE OTRO? Filosofía racional, teología de la fe, espiritualidad y mística otean el infinito desde la finitud de la razón y del sentimiento huma­ no. En esta búsqueda conjunta de la ‘ratio q u a e r en s fid em ’ y la ‘fid es qu a eren s intellectum ’ se ha producido hoy una especie de ruptura, quizás sólo en las palabras, por parte de algunos teólogos o místicos. Parece que ni la inteligencia encuentra nada en la fe, ni la fe ejercita su desarrollo en la inteligencia. Se podría interpretar un tal agnosti­ cismo en el término, hoy puesto de moda, de la ‘otredad’ de Dios, el absolutamente Otro. No sólo es el ‘otro’ en la contraposición del ‘yo’ al ‘tú’, o ‘el Eterno’ distinto de las criaturas temporales y finitas, sino el ‘Otro’, totalmente diverso del ‘Dios’ consecuencia de nuestros raciocinios1. Esta idea la encontramos últimamente en las considera­ ciones espirituales o místicas de alguna literatura, con la expresión -pretendidamente respetuosa- de ‘dejar a Dios ser Dios’. Baste un ejemplo tomado de una obra que quiere orientar la espiritualidad cristiana actual: “El creyente adulto no se p reocupa d e meter a Dios en la clarid ad d e una inducción aristotélica. Sabe perfectam en te qu e el Dios d e la fe, aun qu e demostrable con absoluta certeza seguirá siendo un misterio distante del qu e nuestra inteligencia jam á s logrará adu e­ ñarse mientras vivamos. ¿Qué h a c e?El adulto en la f e supera todas las distancias y limitaciones inherentes a la fe, saliéndose d e s í mismo. Se descuelga d e todos los asideros intelectuales que le proporcion a el raciocinio, y d a el gran salto en el vacío en p len a noche oscura a b a n ­ d on ándose en el absolutamente Otro. Es el salto en el vacío, p orqu e el creyente a b an d on a las razones y se deja ca e r en esa sima p rofund a qu e es el misterio ”2. 1 La otredad metafísica de Dios es subrayada por Escoto con su prim er momento de natura, en que Dios tiene como objeto exclusivo de su intelecto la pro­ pia esencia sin referencias ni siquiera a lo posible. (Cf. Bernardino de ARMELLADA, La "otredad''absoluta de Dios en la metafísica de Duns Escoto, en “Pro statu isto”: l ’appello dell’uomo a ll’infinito., Milano, Ed. Biblioteca Francescana, 2010, 163-190. Cosa distinta sería la ‘otredad lógica’, sólo aplicable al sobrenatural. El ‘Dios de la filosofía’ no es tan ‘otro’ que no sea accesible a la razón. 2 I. LARRAÑAGA, Muéstrame tu rostro, Bogotá, San Pablo, 2007, 92s. NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 579-598, ISSN: 0470-3790 585

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