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PLATÓN Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA PALABRA sencillas y rápidas operaciones con un ratón y un teclado. Esta red, podríamos decir parafraseando las palabras de Theuth, hará más sabios a los hombres y mujeres de todo el mundo, pues tendrán a su disposición casi toda la información existente, pudiendo acceder a ella de manera fácil y sencilla, no necesitando del recuerdo en la memoria, ni de la escritura en papel, que tan incómoda se muestra en comparación con lo fácil de una búsqueda a través de Internet. Platón, sin embargo, parece identificarse con las opiniones del rey egipcio quien, a pesar de conocer los beneficios que el invento puede reportar, desea presentar también la otra cara de la moneda, por lo que dirige al dios estas palabras: “ahora tú, como padre de las letras, dijiste por cariño a ellas el efecto contrario al que producen . Pues este invento dará origen en las almas de quienes lo aprendan al olvido , por descuido del cultivo de la memoria, ya que los hombres, por culpa de su confianza en la escritura, serán traídos al recuerdo desde fuera, por unos caracteres ajenos a ellos, no desde dentro, por su propio esfuerzo. Así que, no es un remedio para la memoria, sino para suscitar el recuerdo lo que es tu invento”7*. La escritura, afirma el rey, no aumentará la memoria, ya que suprime la necesidad de conservar en la misma aquello que es digno de ser recordado. No sorprende, en consecuencia, que disminuyera la influencia de la poderosa tradición de los rapsodas, quienes me­ diante versos almacenaban el pasado y los valores de los griegos. A pesar de ello, no debemos perder de vista el hecho de que toda escritura implicaba y estaba pensada para su posterior lectura, pues los discursos siempre se pronunciaban y el teatro siempre se re­ presentaba. En cualquier caso, los caracteres impresos sólo pueden servir como recordatorio de aquello que ya se sabe, que ya se al­ macena en la memoria, pero en ningún caso aumenta su capacidad, sino más bien lo contrario. Ejemplo habitual es el de la calculadora, que realiza en fracciones de segundo operaciones que nuestro cere­ bro tardaría cierto tiempo en procesar y con mucho mayor margen 28 Ib., 274e-275a. NAT. GRACIA LVTI 3/septiembre-diciembre, 2010, 537-578, ISSN: 0470-3790 553

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