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IGNACIO GARCÍA PEÑA no son ellos, privados de razón como están, los que dicen cosas tan excelentes, sino que es la divinidad misma quien las dice y quien, a través de ellos, nos habla ”19. Sea el poder de la Musas, sea un proceso de memorización inconsciente facilitado por los versos y las dicciones formulares, el rapsoda no es capaz de explicar, de dar razón de aquello sobre lo que habla. Con esto se evidencia en gran medida el proceso pedagógico, que favorecía la repetición y la imitación frente a la reflexión. El inamovible punto de referencia es la épica de Homero, cuya extensión, ligada al método de recitación poética, se dirigen más bien a la memoria que al pensamiento y el juicio. No sorprende, en consecuencia, que un filósofo como Platón se atreva a proponer un nuevo método pedagógico y se oponga, en buena medida, a una educación instaurada ya siglos atrás. Tal como se comprueba con claridad en la República , el filósofo no rechaza la poesía en su totalidad ni, desde luego, niega el poderoso influjo que ejerce sobre quienes la escuchan recitar. Su atractivo estético es indiscutible, sien do así que la inspiración y posesión del poeta puede compararse a la de su auditorio, que queda encandilado por la sonoridad y belleza de las palabras. No obstante, y a pesar del reconocido gusto de Pla tón por ciertos fenómenos que pueden calificarse de irracionales20, la función predominantemente pedagógica de la poesía, y de Homero en particular, habrá de sustituirse por una consideración racional que estipule la labor a desempeñar por cada individuo en función de sus aptitudes y en aras de alcanzar la justicia en la polis y bajo el mando, como se sabe, del filósofo, que ha alcanzado con esfuerzo y años de 19 PLATÓN, Ion , 534b-d. Tomo en este caso la traducción de Emilio Lledó, en: PLATÓN, Diálogos , I ( Apología, Critón, Eutifrón, Ión, Lisis, Cármides, Hipias Menor, Hipias Mayor, Laques, Protágoras ), trad. de J. Calonge, E. Lledó y C. García Gual, Madrid, Gredos, 1981. 20 Al margen de la exaltación de la inspiración que encontramos en el Fedro , un gran análisis de este aspecto de la filosofía platónica se encuentra en: E. R. DODDS, Los griegos y lo irracional , Madrid, Revista de Occidente, 1960, 69-100; y también: E. R. DODDS, “Plato and the irrational” en TheJournal of Hellenic Studies 65 (1945) 16-25. 548 NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 537-578,ISSN: 0470-3790
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