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APORTACIÓN DE SAN BUENAVENTURA A UNA “FILOSOFÍA MEDIEVAL.. cepción, remitirse a la causa de las cosas percibidas y de sentirlas en su similitud, siendo así que Dios se haga presente. De esta forma, el objeto propio de la percepción sensible del mundo no reside tanto en la propia constitución de las cosas sensibles (propio de la cien­ cia y de la filosofía natural), cuanto en la capacidad de remitirnos al objeto propio que es Dios. Y es que la finalidad de san Buena­ ventura no está en demostrar la existencia de Dios, como ya hemos señalado, sino de poder demostrar la característica humana, en sus diferentes gradaciones, de contemplar el fundamento de la realidad y de la existencia. La forma en que lo sensible penetra en el alma, una vez que esta propia percepción estimula el espíritu y la respuesta que se realice, pone en evidencia el espíritu del ser humano que se ha en­ contrado sensitivamente con la realidad exterior (el macrocosmos). El capítulo tercero penetra en el movimiento de la mente, una vez que ha sido estimulada por los sentidos, la experiencia sensiti­ va activa las facultades de la mente y sus operaciones nos guían a instancias últimas de principios de acción: la memoria (eternidad), la inteligencia (verdad) y la voluntad (sumo Bien). Buenaventura, a partir de una referencia trinitaria (expresada en la “imago beatsissi- m a e Trinitatis”\ entiende las facultades como potencias del alma que, sin ser el alma en su modo sustancial (como materia o forma); sin embargo, no pueden existir separadas de ella. Existe, pues, una separación sustancial, pero una estructura relacional (en lenguaje aristotélico; pero no en su trasfondo: “consustancialidad”). Sin duda alguna, la memoria (n. 2) es una facultad de gran importancia en san Buenaventura y tiene un doble sentido, según la entendamos como innata o adquirida. Entendida como facultad primordial, es el lugar donde la imagen de Dios se hace presente, pues en ella aparece el conocimiento innato. La memoria desactiva cualquier posibilidad de una tabu la rasa. Pero, desde el punto de vista de ser memoria adquirida -como facultad humana-, y su co­ nexión con el entendimiento y la voluntad, también impide hablar de apriorismo (como, por otra parte, ya hemos visto en el propio discurso del Itinerarium ) . Efectivamente, el contexto neoplatónico y sus esquemas epistemológicos y metafísicos tienen un peso impor­ tante, pero la memoria, como construcción del sí mismo en cuan- NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 499-534, ISSN: 0470-3790 527

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