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EL CORDERO SOBRE EL MONTE SIÓN (AP 14, 1-5) el sentido antiguo de la palabra; supone, desde luego, un aspecto de sustitución, en el sentido de que Cristo ha hecho un lugar de nosotros113. El rescate por parte del Cordero abre una nueva realidad114, porque Cristo libera a todos los hombres a través del sacrificio de su vida. Cristo, ofreciendo e inmolando su propia vida, adquiere personas de toda condición, es decir, Cristo muere no por las per­ sonas de una época determinada, de un tiempo determinado, sino su sacrificio en la cruz se perpetúa en el tiempo y tiene un carácter plenamente universal, esto es, para todas las personas de todas las épocas. Así manifiesta el autor del Apocalipsis la universalidad de la obra redentora, mediante los términos tribu, lengua, pueblo y nación. El rescate ha sido realizado de una vez y para siempre. Esa oblación del Cordero se encuentra presente en otros lugares neotes- tamentarios (1 Cor 6, 20; 7, 23; 2 Ped 2, 1\ La Antigua Alianza describe, en algunos lugares, el rescate de Dios a su pueblo a través del texto hebreo: Os libraré de los duros trabajos de los egipcios, os libraré de su esclavitud y os salvaré con brazo tenso (Ex 6, 6); Guiaste en tu bondad al pueblo rescatado (Ex 15, 13 ); Acuérdate de la comunidad... que tu rescataste tribu de tu heredad (Sal 74, 2); El Señor viene a Sión para rescatar a aquellos de Jacob (Is 59, 20); Dios ha rescatado a Jacob (Jr31, l í ) . Sin embargo, el libro de Apocalipsis emplea para el tema de la redención, la metáfora de la compra con la sangre que adquiere un papel preponderante115. Pero aquí, en nuestro verso, la imagen literaria, han sido rescatados significa, al menos, que ellos no per- 113 A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos , sacerdote nuevo según el Nuevo Testa­ mento , Salamanca, Sígueme, 304. 114 Los verbos áyopáCa) ( comprar, rescatar) y su compuesto e^ayopáCo) {ser libre , p ag ar un precio , redimir ), aplicados a la redención, son de un uso típicamente paulino, además de Apocalipsis (1 Cor 6,20; 7,23; Gal 3,13; 4,5). Así opinan algunos autores, P. PRIGENT, L’Apocalypse de SaintJean..., 102; H. B. SWETE, 7 loe Apocalypse de St. John , London, Macmillan and Company, 1906, 81. 115 U. VANNI, “11sangue nelil,Apocalisse,\ en F. VATTIONI, Sangue e antropo­ logía biblica. Atti della Settimana Biblica, Roma, Editori Runiti. Pia Umnione Preziosis- simo Sangue, 1981, 865-884. NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 443-498, ISSN: 0470-3790 487

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