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ANTONIO LLAMAS “ P o r q u e so n v ír g e n e s ” La causa de no mancharse con mujeres es por la calidad que todos ellos tienen, esto es, son vírgenes. La palabra virgen está en nuestro pasaje en plural, su sujeto son los cientos cuarenta y cuatro mil. Los seguidores del Cordero son vírgenes (inapBévoi). Así, San Juan quiere reflejar que practicar el culto idolátrico es caer en la prostitución (2 Re 9, 22; Ez 2, i i ) 100. A nuestro parecer, San Juan usa una técnica judía, aquella de la contraposición, porque así lo requiere el significado de la palabra vírgenes (Tnap0évoi), en su con­ texto como una verdadera antítesis con la gran prostituta (Ap 17, 1. 5. 15). La contraposición consiste en la realidad cumplida en Cristo y la realidad citada en el Antiguo Testamento. La contraposición se basa en el principio derásico de cumplimiento, y no significa, consi­ derar el Antiguo Testamento de manera imperfecta en sus institucio­ nes, preceptos y disposiciones, sino indicar el carácter progresivo de la revelación veterotestamentaria cuyo culmen es Cristo. En realidad, la virginidad de estos seguidores, es decir, los ciento cuarenta y cuatro mil, es una realidad en el cristianismo pri­ mitivo, porque ellos mismos la han elegido como forma de vida. A este propósito dice A. Amato: La unión esponsal se realiza en su encarnación. En él, Dios desposa a su pueblo y el Verbo se desposa con la humanidad entera. Este título esponsal no evoca sólo alegría, sino que lleva consigo un aspecto sacrificial. El Cordero será inmo­ lado C Ap 5, 6) para purificar a su esposa (Ap 21, 9) y hacer dichosos a los invitados al banquete de bodas del Cordero C Ap 19, 9)101. Los que son vírgenes por su seguimiento de Cristo-Cordero constituyen el cortejo esponsalicio del mismo Cristo, en una dimen­ sión netamente eclesial. Todos ellos son la misma Iglesia y confi­ guran a la esposa del Cordero. Los demás miembros de la Iglesia gozan y se sienten dichosos. La alegría fundamenta la felicidad de aquellos que son vírgenes y, así, viven el verdadero discipulado y el 100 J. A. FITZMYER, 7rap0évo<;, en: H. BALZ - G. SCHNEIDER, Diccionario exegético del Nuevo Testamento. Vol. II, Salamanca, Sígueme, 1998, 789. 101 A. AMATO, Jesús el Señor, Madrid, BAC, 2006, 487-488. 482 NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 443-498, ISSN: 0470-3790

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