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EL CORDERO SOBRE EL MONTE SIÓN (AP 14, 1-5) sólo el derecho de comprar y vender, pero ellos llevan su marca y a ella pertenecen. Los ciento cuarenta y cuatro mil son rescatados y escapan a esta posesión. Si ellos son excluidos de la sociedad mer­ cantil, es que no son esclavos, sino más que hombres. La imagen de la compra, del rescate, comporta la realidad de un precio pagado. Aquí la palabra es empleada, como en el pasaje anterior (Ap 5, 9), por alusión al sacrificio del Cordero degollado, que ha adquirido -rescatado por su sangre-, hombres de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Solamente aquellos que han sido descritos en otra parte como habitando en los cielos más que en la tierra, podrían aprender este canto86. Se trataría, de una parte, de los ángeles que en el cristia­ nismo primitivo están interesados por la salvación de los hombres (Le 15, 7. 10; E f3, 10; 1 Ped 1, 12). El Apocalipsis los presenta cele­ brando al Cordero redentor (Ap 5, 11). Y, de otra parte, las antiguas liturgias cristianas pretenden recuperar los cánticos de los hombres que son cantados en el cielo por las cohortes angélicas87. Sabemos que el libro del Apocalipsis presenta la obra del Cor­ dero como realizador de la salvación y, por lo tanto, el que compra y adquiere a los hombres constituyéndolos en pueblo de su pro­ piedad. El verbo rescatar (áyopáCa)) aparece seis veces en el libro y manifiesta la obra de la redención llevada a cabo por el Cordero88. El rescate llevado a cabo por el Cordero hace que todos los redimi­ dos pertenezcan a la realidad fundada por el mismo Cristo-Cordero, es decir, la Iglesia. De ahí, que solamente ellos aprendan el cántico, prefigurado en la voz. Ellos son los que se identifican con Cristo, su pertenencia, los hace acreedores de la alabanza divina al Señor que ahora es Cristo en la liturgia de la misma existencia cristiana. Los redimidos de la tierra enfatizan la universalidad del pueblo de Dios. Los rescatados de la tierra, quiere decir aquellos que han sido redimidos de la tierra. La tierra aquí puede referirse en sentido 86 I. BOXALL, The revelation..., 201. 87 P. PRIGENT, L’Apocalypse .. 220. 88 A. LLAMAS, Redentor , en F. FERNÁNDEZ RAMOS (dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Burgos, Monte Carmelo, 2001, 1086. NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 443-498, ISSN: 0470-3790 477

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