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ANTONIO LLAMAS titud inmensa que San Juan ve enseguida después de la escena de la signatura (Ap 7, 9). La identificación de los dos grupos es inaceptable. En primer lugar, en base a su proveniencia: Los componentes del primer grupo provienen de Israel. Es un dato sobre el que el autor insiste demasiado porque se puede entender simplemente cómo la indi­ cación del hecho que la Iglesia procede del judaismo. La multitud desciende de toda nación, tribu, pueblos o lenguas58. Otros creen que los cientos cuarenta y cuatro mil es una cifra resultante de la multiplicación de 12 x 12 x 1000. Se trataría de las doce tribus de Israel y los doce apóstoles del Cordero: Antiguo y Nuevo Testamento se compenetrarían así hasta el punto de formar un único pueblo de Dios, pero que resulta aumentando en una unidad superior y dinámica, los valores presentes en el período del Antiguo y del Nuevo Testamento59. Algunos creen que los ciento cuarenta y cuatro mil son los sellados en un pasaje anterior (Ap 7, 1-8) y serían los vencedores de los mensajes a las siete Iglesias (Ap 2-3). Los 144.000 serían el ejér­ cito del Cordero, su fiel y terreno seguidor, ahora redimidos desde la humanidad60. Nosotros creemos que estos ciento cuarenta y cuatro mil son los miembros de la Iglesia, y son tan numerosos que dejamos a la simbología hablar de la inmensidad, la de ayer, la de hoy, y, la de siempre. El símbolo no es solamente la representación de una ima­ gen, sino una forma nueva de interpretar la realidad. El símbolo no es, por tanto, un mero reflejo de la realidad que yace ahí delante de nuestra percepción, sino que revela algo de la profundidad y de la riqueza inagotable de la realidad, es decir, de su misterio61. 58 ID., Los números en el Apocalipsis, 405-406. 59 U. VANNI, Lectura del Apocalipsis..., 62. 60 W. J. HARRINGTON, Revelation. Sacra Pagina 16, Minnesota, Collegevi- lle, Michael Glazier, 1993, 146-147. Así también, I. BOXAL, The Revelation o f Saint John..., 200. 6 1 J. M. MARDONES, La vida del símbolo. La dimensión simbólica de religión, Santander, Sal Terrae, 2003, 93. 468 NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 443-498, ISSN: 0470-3790