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EL CORDERO SOBRE EL MONTE SIÓN (AP 14, 1-5) en base a lo que ha realizado por los hombres, es decir, ha sido inmolado y con su sangre ha rescatado para Dios personas pro­ venientes de todos los lugares del mundo. A estas personas les ha concedido el reino, los ha hecho sacerdotes y, como consecuencia, están reinando sobre la tierra53. La Iglesia está configurada por personas de toda condición, es decir, raza, lengua, pueblo y nación. Se trata de la Iglesia viva que habita en medio del mundo, como templo de Dios y del Cordero. La perspectiva eclesial, se unlversaliza en toda época, siendo una realidad viva que se fundamenta en Dios, con la fuerza generativa del Espíritu Santo que la anima e impulsa, mediante la culminación de su plenitud. 3. LA PERSPECTIVA ECLESIOLÓGICA La palabra Iglesia (éKKXrjaía) aparece veinte veces en el libro del Apocalipsis. Casi siempre en el interior de las Cartas a las siete Iglesias, al inicio de la obra (Ap 2-3). Solamente una vez aparece el término al final del libro, para recalcar que el mismo Jesús reitera a las Iglesias, la identidad del verdadero fundador de la propia Iglesia: “Yo, Jesús, envié a mi ángel a vosotros con este testimonio a c e rc a d e las Iglesias. Yo soy el retoño d el linaje d e David, el astro brillante d e la m a ñ a n a ” (Ap 22, 16). La Iglesia, como expresión de Cristo, se manifiesta presentando a Cristo como el testigo fiel que envía a su Espíritu que es recibido en la Iglesia. El autor conoce el término Iglesia, como Iglesia local bien identificada (Ap 2, 1), pero también habla de Iglesias (Ap 22, 16), aunque en el septenario a las Iglesias se nos habla del número siete. Este simbolismo especifica una técnica narrativa bíblica y apo- 53 U. VANNI, La radice cristologica e antropologica della morale nell’Apoca- lisse..., 533- NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 443-498, ISSN: 0470-3790 465

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