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ANTONIO LLAMAS Aunque este pasaje ha sido muy discutido y quizás también ha sido interpretado demasiado desde una perspectiva cristiana35. Una vez que hemos indicado estas realidades del Antiguo Tes­ tamento, conviene que nos fijemos detenidamente en nuestro libro, para comprender que la expresión estar d e p ie , implica siempre una fuerza ejercida o padecida. Hay un estar d e p ie de Cristo con una actitud que expresa la fuerza insistente y discreta del amor (Ap 3, 20). Dependiendo del Cordero (ápvíov) se observa el estar d e p ie de los hombres e indica también aquí la situación de la fuerza típica de la resurrección. Los dos testigos, después de su muerte, invadi­ dos por el espíritu de vida (Ap 11, l í ) . Los vencedores están d e p ie sobre el mar de cristal, mezclado con el fuego de la nueva creación (Ap 15, 2) y ante el trono de Dios (Ap 7, 9 )36. San Juan ha transformado la imagen del Antiguo Testamento acerca del cordero, mostrándonos un Cristo celeste, como el cor­ dero inmolado en algunos lugares del Apocalipsis (Ap 5, 6. 12; 13, 8). Así, él identifica la resurrección de Cristo, como alguien que padeció una muerte cruenta e hizo realidad la promesa de la Pas­ cua, y ahora reina, a pesar de su muerte vergonzosa sobre la cruz, como el Mesías y el Siervo de Dios37. La escena del Cordero indica un mensaje simbolizado. El autor ha formulado dentro de sí esta imagen transformándola, como hemos indicado. El Apocalipsis propone a los lectores que descifren la interpretación de la visión, es decir, aquello que el autor ve, debe ser contemplado y explicado por el intérprete38. La interpretación de esta primera expresión de la visión celeste que contempla el vidente, no es otra que la de Cristo resucitado. Por tanto, ésta es una forma original de explicitar la nueva vida de Cristo, en el primitivo cristianismo. La resurrección de Cristo, es el hecho fundamental del cristianismo, y la base sobre la que se constituye la fe de la Iglesia. 35 G. KITTEL, Theological Dictionary of the Oíd Testament. Vol. XII, 601-603. 36 U. VANNI, Lectura del Apocalipsis. Hermenéutica. Exégesis. Teología, Este- lia (Navarra) 2005, 56 y nota 42. 37 D.J. HARRINGTON, The Slain Lamb...,0.c., 514. 38 U. VANNI, Apocalisse, Parte XI, 52-53. 458 NAT. GRACIA LVII 3/septiembre-diciembre, 2010, 443-498, ISSN: 0470-3790

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