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PAZ FRANCO MÓDENES En la actualidad, el modelo que más se utiliza es el de Seligman (2003). Este autor propone 3 tipos de vías. La primera de ellas se de nomina vida placentera y se define como experimentar emociones positivas sobre el pasado, el presente y el futuro. La segunda sería la vida comprometida, relacionada con la práctica cotidiana de acciones para desarrollar experiencias óptimas. Y, por último, la vida significa tiva, enfocada al sentido vital y al desarrollo de objetivos generales. Estas tres vías presentadas por Seligman (2003) conducen a la felici dad. De esta diferenciación surgen las diferentes intervenciones que presentamos a continuación, basadas en conceptos como la esperan za, las metas y las fortalezas. La teoría de la esperanza establece como parte fundamental el logro de metas relacionadas con las expectativas sobre el futuro y cuál es la motivación y la planificación necesaria para conseguir esas metas. Dichas metas deben tener un nivel de control moderado, pues to que, si son muy difíciles o demasiado fáciles, la motivación del sujeto para conseguirlas suele ser menor. Aporta dos componentes esenciales. Por una parte, los itinerarios o percepción de rutas, sería la capacidad que tiene el sujeto para encontrar caminos prácticos que les permitan alcanzar esas metas. Para ello, el sujeto tiene que crear una imagen del momento actual, una imagen de lo que quiere lograr (la meta final) y una ruta que le lleve a conseguir dicha meta. Por otra, el control o percepción de capacidad estaría referido a la habilidad de cada persona para mantener la actividad que le lleve a conseguir la meta deseada, incluso cuando haya impedimentos para su consecución. Las personas más hábiles verbalizarán autoafirma- ciones positivas del tipo: “Yo p u ed o h a c e r esto” o “Sé qu e lo pu ed o h a c e r ”. Diversos estudios corroboran que las intervenciones basadas en la esperanza mejoran los niveles de autoestima, reducen los síntomas de ansiedad, depresión, etc. y mejora el nivel de interacción social. En cuanto a las intervenciones basadas en metas, tienen su ori gen en el modelo de intervención de Sheldon, Kasser, Smith y Share 386 NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 365-397, ISSN: 0470-3790
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