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COGNICIÓN Y FELICIDAD EN EL ENVEJECIMIENTO permite presentar otro de los procesos cognitivos a los que vamos a dedicar un estudio más detenido: las funciones ejecutivas. Existe una gran variabilidad en cuanto a la definición de las fun­ ciones ejecutivas. Esto hace que debamos presentar un amplio nú­ mero de autores con sus definiciones correspondientes, puesto que, aunque todas tienen conceptos parecidos, cada una de ellas tiene también aspectos que las hacen diferentes. De esta manera, Hadman y Bueno (2005) establecen que las funciones ejecutivas son el con­ junto de habilidades cognitivas que se encuentran en la planificación, iniciación y seguimiento de los comportamiento más complejos di­ rigidos a un fin. Para Rodríguez-Jiménez, Cubillo, Jiménez-Arriero, Ponce, Aragüés-Figuero y Palomo (2006), Sánchez- Carpintero y Nar- bona, (2004) y Bekker, Overtoom, Kooij, Buitelaar, Verbaten y Ke- nemans (2005) se definen como los procesos cognitivos superiores encargados de mejorar y dirigir otros procesos psicológicos de ca­ rácter más básico para que actúen de forma adecuada, estableciendo un comportamiento dirigido a metas, detectando los errores en ese comportamiento y haciendo modificaciones en función del feedback recibido. Díaz, Martín y Peraita (2006) las presentan como el conjunto de habilidades cognitivas que están presentes en aquellas circunstan­ cias en las que es necesario un procesamiento controlado, caracteri­ zado por ser flexible, y no automático. Para Ventura (2004), serían el conjunto de habilidades vinculadas a la planificación y organización, solución de problemas nuevos (flexibilidad cognitiva), organización de conductas etc. Por último, Antón, (2007) define las funciones eje­ cutivas como el conjunto de actividades relacionadas con la planifica­ ción, organización, automonitorización y propia conciencia personal. Se han realizado estudios con personas adultas para determinar qué componentes forman parte de las funciones ejecutivas (Rodrí­ guez-Jiménez, et al., 2006). Así, dichas funciones vendrían determina­ das por la respuesta de inhibición, la flexibilidad cognitiva, la capaci­ dad de planificación, la fluidez verbal y la memoria de trabajo. Anteriormente hemos hecho referencia a las alteraciones senso­ riales que aparecen en el proceso de envejecimiento. Sin embargo, no podemos obviar las alteraciones que se producen en la forma de NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 365-397, ISSN: 0470-3790 381

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