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COGNICIÓN Y FELICIDAD EN EL ENVEJECIMIENTO Alzheimer, pacientes con daño cerebral en el lóbulo frontal, ect., con­ siste en la presencia de déficits atencionales (Funes y Lupiañez, 2003). En realidad, existe evidencia científica abundante que pone de mani­ fiesto que, a medida que envejecemos, los procesos mentales entre los que se encuentre la atención son menos eficientes (Ventura, 2004). De manera tradicional, los modelos atencionales se establecen en dos categorías: estructurales y de capacidad. Los primeros conce­ den gran importancia a la selección de la atención (Baños y Belloch, 1995; Roselló, 1997). El origen de estos modelos lo encontramos en la teoría del filtro rígido de Broadbent (1958) y sus experiencias de escucha dicótica. En este modelo se utiliza el término “cuello de bote­ lla” como un claro ejemplo del proceso atencional. Simplificando esta teoría, podríamos decir que los estímulos serán procesados por un sistema de capacidad limitada, sobre los que se ejercerá una selección o un filtraje para impedir la existencia de sobresaturación estimular. Los modelos de capacidad admiten esas limitaciones en la capa­ cidad y establecen que el funcionamiento de la actividad cognitiva se asemejaría a un procesador central que, para funcionar correcta­ mente, tiene que controlar las demandas internas como la fatiga, la motivación o las expectativas, y también las demandas externas de las tareas. Existe constancia de una mayor lentitud en las personas mayo­ res, cuando realizan habilidades psicomotrices (Birren y Fisher, 1995; Linderberger, Mayr y Kliegh, 1993; Belsky, 2001). Esto es debido a que la lentitud que aparece con el envejecimiento es de carácter general y, por tanto, no se debe a un déficit específico, puesto que son mu­ chos y no sólo uno, los mecanismos que empeoran con la edad. Este enlentecimiento en las personas mayores tiene ciertas repercusiones en su vida diaria. Se establece un deterioro progresivo de habilidades para actividades tan cotidianas como pasear, subir escaleras, etc., para aquellas que tienen que ver con su cuidado personal como vestirse o, incluso, en aquellas tareas relacionadas con el trabajo como escribir a mano etc. (Belsky, 2001). NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 365-397, ISSN: 0470-3790 377

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