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PAZ FRANCO MÓDENES pérdida de autoestima. Esto puede llegar a provocar un aislamiento social que no favorece de ninguna manera el proceso de envejeci­ miento. Parece obvio pensar que las pérdidas de oído pueden afectar, seriamente, a la calidad de vida. En la actualidad y teniendo en cuenta que la presbiacusia no se puede curar, se plantea, indefectiblemente, en las personas mayores el papel fundamental que representa la pre­ vención en las alteraciones auditivas (Triado y Villar, 2006). Aunque son muchas las personas mayores que pueden sufrir al­ guna de las alteraciones presentadas en el proceso de envejecimiento (visuales o auditivas), no todas ellas ponen en riesgo su autonomía per­ sonal. En cualquiera de los casos que se presenten, es importante des­ tacar la contribución que, en gran medida, los avances de la medicina pueden proporcionar, corrigiendo parte de esas disfunciones visuales y auditivas propias de edades avanzadas, a través de intervenciones quirúrgicas de cataratas o glaucoma, así como implantando prótesis vi­ suales y auditivas como los audífonos u otros sistemas más sofisticados (Vega y Bueno, 2000; Muñoz, 2002; Triado y Villar, 2006). 2. PERCEPCIÓN Y ENVEJECIMIENTO Una vez presentadas las alteraciones fisiológicas, psicológicas y sociales que pueden aparecer en el proceso de envejecimiento, nos preguntamos si esas alteraciones se ponen de manifiesto en el proce­ so perceptivo. Es decir, ¿cómo afecta el paso de los años al proceso perceptivo? Para facilitar el estudio de proceso perceptivo en el envejecimien­ to, simplificaremos dicho proceso, estableciendo tres fases principales: en primer lugar, la recepción de los estímulos que provienen del ex­ terior y sobre los que no tenemos ningún control, y la consiguiente traducción de éstos en impulsos nerviosos; posteriormente, la interpre­ tación que se hace de la estimulación sensorial, lo que podemos deno­ minar percepción; y, por último, la ejecución motora que es la respues­ ta adecuada que se proporciona a los estímulos sensoriales externos. En general, se ha obtenido que los procesos perceptivos se enden­ tecen al aumentar la edad (Vega y Bueno, 2000; Fernández Lópiz, 2002). 374 NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 365-397, ISSN: 0470-3790

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