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LA MEMORIA REPARADORA: PERSPECTIVA PSICOLÒGICA “Para mis recuerdos me he bastado a mí mismo, y apenas si he sentido la necesidad de contrastarlos. Cuando lo intenté comprobé que cada uno de los que participamos en la misma situación lo experi mentamos de una manera singular (en el supuesto de que la realidad aprehendida por todos fuera la misma). Expongo pues “mi experien cia ”y así, y sólo así debe ser aceptada ” (13). Haciendo una analogía con una frase del filósofo José Antonio Marina de que los humanos somos monos desnudos con aspiracio nes de pavo real, refiriéndose al uso de tatuajes y pearsings, un tanto parecido ocurre con la memoria. Al recuerdo lo adornamos y distor sionamos, unas veces por influencias externas o por mecanismos del yo. Porque estamos hablando de la memoria autobiográfica (las ex periencias vitales), en definitiva, de cómo percibimos nuestro “yo” y en cada recuerdo autobiográfico están los elementos esenciales de la emoción, la memoria y la personalidad. Es decir, contienen la infor mación relacionada con el Yo, tienen una estructura narrativa similar a otras formas de comunicación social, nos permite visitar mentalmente y “ver” el pasado, están cargadas emocionalmente y no presentan una distribución temporal uniforme (Ruíz Vargas, 2004). Las implicaciones derivadas son obvias. Los enredos del Yo se re fieren a lo que Schacter3denomina los pecados de propensión: “a me nudo elaboramos una nueva versión de nuestros recuerdos para que encajen con las opiniones y necesidades del momento ” (2003,171). Porque el recuerdo autobiográfico contiene tres tipos de conocimien to organizados jerárquicamente: periodos de la vida, acontecimientos generales y conocimiento especifico de los acontecimientos. Recordar el pasado personal es construir representaciones donde se activan de forma entrelazada estos tres tipos de conocimiento. Y si esto ocurre en el plano individual ¿qué ocurre en el plano social? 3 En la obra del profesor Schacter el lector puede encontrar una magnífica y amplia explicación de los mecanismos que, por defecto (pecados mnésicos de omi sión), o por exceso (pecados de comisión), esquematizan o adulteran los contenidos de la memoria. NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 341-364, ISSN: 0470-3790 345
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