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LA MEMORIA REPARADORA: PERSPECTIVA PSICOLÒGICA equilibrio complejo, como si de un m atrim on io1 se tratase. Necesita el punto de equidistancia entre la primacía del olvido (pérdida de iden­ tidad como en la demencia tipo Alzheimer) y el recuerdo absoluto (caos e imposibilidad de funcionamiento mental y de aprender). Ésta es, precisamente, la esencia de la paradoja de la memoria, como lo es de la Psicología en general (cuerpo/mente; físico/psí­ quico). Y hasta tal punto llega esta aparente contradicción, que en Oxford la denominan “p a r a d o ja qu e a c om p añ a a l saber3\ reza así: Cuanto más estudio, más aprendo, cuanto más aprendo, más olvido, cuanto más olvido, menos sé. ¿Entonces, para qué estudio? Hemos hecho mucho hincapié en diferenciar los fallos de la me­ moria que son debidos a deterioro cognitivo de los que pueden expli­ carse por otros factores, así como en las vías de solución (talleres de memoria, dos monografías). Hoy, el prisma es diferente, no es la pato­ logía la protagonista, sino la funcionalidad del olvido2 para entender que lo que se recuerda no es el suceso sino la experiencia del suceso, como afirmó Endel Tulving. Como premisa de partida asumimos en palabras del Prof. Ruíz Vargas, que: 1los sistemas de memoria son la solución evolucionista al pro­ blema de la variabilidad constante del medio, por lo que la función primaria de la memoria no es precisamente olvidar, aunque el olvido form e parte de sus funciones, sino dotar a los individuos del conoci­ miento necesario para guiar su conducta eficazmente con independen­ cia de la complejidad del medid ’ (2002, p.l6). 1 Decía Jerry Lewis que “El matrimonio es una barca que lleva a dos perso­ nas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace un movimiento brusco, la barca se hunde”. De la misma forma, el dinamismo memoria/olvido debe mantener una interdependencia para la funcionalidad cognitiva adaptada. Para una revisión, véase: Cabaco (2006). La memoria y el olvido: un matrimonio de conveniencia en perspec­ tiva intergeneracional Salamanca, Publicaciones de la UPSA. 2 Es conocida la sentencia que lo ejemplifica: ¿Estuve enfermo? ¿He sanado? ¿Y quién ha sido mi médico? Si todo lo he olvidado, mi médico fue el olvido. En una monografía reciente, se dedican algunos capítulos a la dimensión reparadora de la memoria, en relación al papel del olvido, en la obra coordinada por los profesores Vázquez y Hervás (2008). NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 341-364, ISSN: 0470-3790 343