PS_NyG_2010v057n002p0341_0364

LA MEMORIA REPARADORA: PERSPECTIVA PSICOLÒGICA Perdonar no es olvidar, sino cambiar las etiquetas que llevan los recuerdos. Como señala Seligman (2003), cada uno es libre en darse al rencor o liberarse con el perdón, tanto en el plano individual como colectivo las elecciones son los reflejos de los valores que poseemos, lo importante desde la ciencia psicológica es la relación positiva entre el acto de perdonar y la satisfacción con la vida. A MODO DE CONCLUSIÓN La perspectiva que hemos desarrollado en el artículo hunde sus raíces en la Psicología Humanista (Frankl,1985), actualizada en la versión de la Psicología Positiva, como hemos justificado en otro artículo previo en esta misma revista (Cabaco, Risco y Salvino, 2008). Siguiendo las directrices de organizaciones internacionales (Simone y Hersh, 2004), en el artículo aludido señalábamos las implicaciones educativas de lo que la Psicología Positiva ha puesto en primer plano de la escena psicológica: el ámbito emocional positivo (Fernández- Abascal, 2008), la plena conciencia de la situación y de la realidad interior (Csikszentmihalyi, 1998), o los sesgos optimistas como mo- tivadores para el proceso de adaptación vital (Avia y Vázquez, 2001; Tierno, 2007). No se puede olvidar el desarrollo paralelo, y la corres­ pondencia de algunos planteamiento y temáticas con la denominada inteligencia emocional (Goleman, 2006; Mestre y Fernández Berro­ cal, 2007). La memoria reparadora, al servicio de la supervivencia del individuo o de la sociedad, es un buen ejercicio de inteligencia emo­ cional, porque se ponen en funcionamiento en ambos constructos la interdependencia de las dimensiones cognitivas y emocionales de la conducta humana. Y llegados a esta altura del discurso, no sorprende­ rá la reflexión de Mario Benedetti: “Hay quienes imaginan el olvido como un depósito desierto, una cosecha de la nada y, sin embargo, el olvido está lleno de memoria ” NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 341-364, ISSN: 0470-3790 359