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LA MEMORIA REPARADORA: PERSPECTIVA PSICOLÒGICA elementos clave: una doctrina recogida en un libro que es un alegato de odio C Mi lucha de Hitler) y una gimnasia mental, para reconfigurar la identidad del individuo en el que se crea un pasado implantando falsos recuerdos. La importancia del fenómeno es clave ya que como apuntan Fernández-Dols y Rivera (1997): “Muchas guerras y enfrentamientos tienen sus raíces en proce­ sos psicológicos no muy distantes de las terapias de recuperación de recuerdos. Por mucho que polítólogos y sociólogos insistan en las con­ diciones económicas o históricas, el factor determinante de la guerra de la exYugoslavia fue un conjunto de viejos mitos propagados por políticos irresponsablesy criminales. El ejemplo no es único ” (118-119). Un último argumento biológico. Los legos de la memoria, en lo que a la localización se refiere, son aristotélicos defensores del cardio- centrismo. Dicen “ Te quiero con todo el co ra zón ”, lo cual es científi­ camente incorrecto. Desde el punto de vista científico, considerando las claves neuroanatómicas de la memoria, deberían abrazar las tesis del cefalocentrismo y declararse con la expresión “Te quiero con todo el hipocampo” porque en el sistema amigdalino se almacena la infor­ mación emocional. No se preocupen del error, porque otros están también equivo­ cados. Como relata Candau (2002), los Jorai, pueblo protoindochino de las planicies de Vietnam, unos días después del nacimiento de un niño, realizan un rito cuyo eje es la transmisión de la memoria: Con un huso de hilo de algodón impregnado en jengibre, se sopla siete veces el conducto auditivo del niño y se recita una invocación cuyo sentido es suplicarles a las orejas del niño que se acuerden del trabajo, de los parientes, de la casa... La rumiación de los traumas, el desarrollo de los autoesquemas vitales destructivos, la reexperimentación de emociones negativas o la utilización del pensamiento contrafáctico (marcos alternativos) tie­ nen una relación directa con la activación de la amígdala, bien por mecanismos individuales, o por manipulaciones externas (aislamien­ to, adoctrinamiento sistemático, drogas, etc.). Por tanto, la memoria no es solo cognición y voluntad, sino que el componente emocional NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 341-364, ISSN: 0470-3790 351

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