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FELIPE F. RAMOS 7. La Eucaristía y la Cruz a) Los sacramentos cristianos deben ser enmarcados en el con­ texto más amplio de todo el NT, en el lugar salvífico o en el ámbito de la salvación abierto por Dios en Cristo para la salud-salvación del hombre; dentro del esfuerzo último para que se produzca el encuen­ tro definitivo de Dios con el hombre. Ahora bien, el don definitivo e irrevocable de Dios al mundo se llama Jesucristo (Jn 3,16). En él, la imagen oculta del Dios invisible se convierte en el símbolo original de la presencia salvadora de Dios en el mundo. Por consiguiente, Jesús es el sacramento o el símbolo radical de la gracia escatológica de Dios. De la consideración precedente se deduce que también la Iglesia , en cuanto Cuerpo de Cristo que es, sea el sacramento radical de la gra­ cia de Dios52. b) En la realidad sacramental es necesaña la referencia a la cruz. Cuando se afirma que del costado abierto de Cristo brotó sangre y agua (Jn 19,34) ambos elementos contienen una referencia al Espíritu. La sangre y el agua significan la comunicación del Espíritu a través de los dos grandes sacramentos de la Iglesia, el bautismo y la eucaristía (cuya virtualidad es debida a la eficacia de la cruz y al poder vivificador y creador de vida del Espíritu). La sangre es mencionada en primer lugar justamente para acentuar que esta comunicación se halla inseparable­ mente unida a la muerte de Cristo, a la caiz. Y fue precisamente en la muerte de Cristo cuando Jesús entregó el Espíritu (19,30 c) Acabamos de afirmar que “la virtualidad del bautismo y de la eucaristía es debida a la eficacia de la cruz y al poder vivificador de la vida del Espíritu ”. Debemos terminar este apartado aduciendo una ac­ tividad desconcertante de Jesús: Por tres veces se dice de él que “bauti­ zaba” (Jn 3,22-26; 4,1). Junto a esta triple afirmación nos encontramos con una nota que afirma lo contrario, que no era él quien bautizaba sino que lo hacían sus discípulos (Jn 4,2). ¿A qué se debe este retracto? Creemos que no existe otra razón convincente más que la distinción 52 A. AMBROSIANO, Eucaristía, en “Nuevo Diccionario de Teología ”, Madrid, Cristiandad, 1982, 484. 53 A. AMBROSIANO, O. c., 485. 330 NAT. GRACIA LV1I 2/mayo-agosto, 2010, 267-338, ISSN: 0470-3790

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