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ÁNGEL GALINDO proceso de concienciación que se plasma en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde el horizonte utópico tipifica el sen tido humano de los mismos. La instancia ética inherente en los Derechos Humanos está ejer ciendo una crítica utópica de las condiciones sociales en las que se intentan vivir los valores de la persona humana. Así, ejercen una crí tica sobre las estructuras sociales (económicas, políticas, culturales) que tienden, en ocasiones, como hemos visto en la primera parte, a convertir las libertades ciudadanas en instrumento de dominio o de opresión de los más débiles. Asimismo, esta instancia ética de los De rechos Humanos impide que la ley positiva se desvíe hacia posiciones contrarias a la dignidad y a la realización del hombre en cuanto aporta la clave de interpretación de sus aplicaciones y urge la toma de con ciencia progresiva de la violación de la dignidad de la persona72. Entre la ley y la moral tercia la caridad donde, en el campo teoló gico, se encuentra la misericordia de Dios como signo “hoy especial mente necesario que nos abre los ojos a las necesidades de quienes viven en la pobreza y la marginación. Es una situación que hoy afec ta a grandes áreas de la sociedad y cubre con su sombra de muerte a pueblos enteros'1. No se trata de una especie de caridad a modo de filantropía, que ayuda dejando las cosas como están; es la caridad hecha justicia social y compromiso por la eliminación de toda forma de esclavitud73. 72 A. GALINDO GARCÍA, Trinidad. De la caridad a la justicia, en AA.W., Trinidad y vida moral, Salamanca, Secretariado trinitario, 2002, 93-119- 73 JUAN PABLO II, Incarnationis mysterium 12. Cf. J. M2. DE MIGUEL GON ZÁLEZ, Trinidad y Eucaristía en el año jubilar ; en Naturaleza y gracia 47 (2000) 752-753. 254 NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 203-265, ISSN: 0470-3790
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