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ÁNGEL GALINDO algún modo el domingo en familia y compaginar así una realidad la­ boral nueva y el mandamiento de santificar las fiestas. 8a. Ha de tenerse en cuenta que todos los estudios indican que, para mantener unas rentas dignas, a causa de los colosales incremen­ tos de la productividad que se derivan de los progresos de la nueva economía, se observará de aquí al año 2040 que se reducen las jor­ nadas diarias de trabajo. Los recientes análisis estadísticos del premio Nobel Fogel, lo prueban36. Carece de sentido defender realidades que obligan, por su escasa rentabilidad y sostiene ya muchas horas de trabajo o como alternativa que los consumidores obtengan los pro­ ductos más caros o de forma más incómoda. 9a. Según la doctrina del orden del mercado de Eucken, el Estado no debe sustituir al mercado, pero tampoco debe inhibirse ante lo que sucede en él. El mantener la tesis del “laissez faire” como preten­ día Quesnay, es un disparate, porque en los mercados aparentemente libres surgen, de modo continuo, tentaciones monopolísticas que al­ teran, en provecho de unos pocos, los precios, las calidades, el em­ pleo y, en suma, el desarrollo. El Estado debe implantar el orden del mercado, vigilando para que éste actúe. Existen cinco excepciones: la del mercado del trabajo, porque un salario bajo, que perdiera suelo porque afecta al albergue de la familia, puede perturbar realidades artísticas o medioambientales de modo irreversible; la del mercado de las armas; la del mercado financiero, porque se basa en la confianza y si no se reacciona por la política económica ante rumores sin fun­ damento, se originarían daños sin cuento; la del mercado de las obras de arte; finalmente, la de los productos agrarios, porque estos al tener una demanda muy rígida, si la oferta oscila con búsqueda, hacen ex­ perimentar a los precios alteraciones tremendas. 10g. Se da un cambio cualitativo de modelo socioeconómico con las grandes superficies dado que crea una combinación entre lo es­ trictamente económico y lo sociocultural. En concreto, en lo referente a esto segundo, el trabajo doble de la mujer se debe en gran parte a 36 R. FOGEL, Lecturas sobre nueva historia económica , Madrid, Alianza Edito­ rial, 1977. 226 NAT. GRACIA LV1I 2/mayo-agosto, 2010, 203-265, ISSN: 0470-3790

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