PS_NyG_2010v057n002p0203_0265
CONTRIBUCIÓN AL REARME MORAL EN TIEMPO DE CRISIS sociedad. Uno de sus orígenes hay que buscarlo en el impulso a-críti- co que pasa por los Medios de Comunicación Social. Como hicieron los obispos españoles, es preciso analizar la des moralización y pérdida de valores en el sector económico, político y familiar. Pero también la situación ética de España está contaminada por los Medios de Comunicación Social. Estos han entrado en el te rreno de la vida privada no para dar una dimensión social a la vida particular sino para desmoralizar el terreno de las conciencias: fácil mente se ha olvidado la unidad existente en 1968 en los pactos, aún sin romper, entre MC, PC, ORT y otros partidos de ámbito nacional y regional; se olvida con facilidad que el gobierno español vende armas a terceros países; no se recuerdan los engaños al agricultor español con la entrada en el Mercado Común. Merece la pena recordar las propuestas dogmáticas que nacen de la “alternativa”y de la "platajun- ta" (1974) durante los años setenta para sacar a la Iglesia fuera de la sociedad. Y así podíamos señalar innumerables casos concretos con ayuda de estudios sociológicos y de la memoria histórica. Durante los últimos decenios, la sucesión de los hechos corrup tos variopintos han sido tan graves que han afectado tanto a personas situadas en lugares claves de la economía y del Estado, como en los grupos intermedios de la sociedad, como ha subrayado el que obis po español, Fernando Sebastián: “Posiblemente los estragos morales producidos en estos años pasados son bastante más graves de lo que algunos p iensan”, la venta de armas, narcotráfico, narcofármaco, el “enchufismo”, los trásfugas, la incompetencia gestionaría y burocrá tica, el abuso de poder, la manipulación de los medios, la tiranía de las mayorías y la anulación práctica de la libertad y objeción de con ciencia manifestada en la inmoral ley del partido y en la angustia de algunos médicos obligados a hacer lo que, en conciencia, no desean hacer son algunas de las manifestaciones de esta situación. Por esto, en primer lugar, esta situación obliga, a una sociedad que sea capaz de razonar, a mirar hacia el futuro buscando la recu peración de su propia identidad interior. Para lo cual lejos de desem bocar en una resolución violenta de los problemas ha de recuperar NAT. GRACIA LVII 2/mayo-agosto, 2010, 203-265, ISSN: 0470-3790 213
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz