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ACTOS LÓGICO-LINGÜÍSTICOS MEDIEVALES.. Se requieren todavía otras precisiones: a) la inteligencia del in­ sensato, como la de cualquier humano, no es absoluta. Por tanto, la existencia de sus pensamientos corresponde al orden de los entes de razón y no a los entes reales e independientes de quien los piensa; b) la sola comprehensión de un concepto jno implica, dentro de las notas que lo constituyen, su extensión. Es decir, en términos de la lógica moderna; de la connotación no se sigue la denotación. Como ya lo había indicado Gaunilón, en la carta Pro-insipiente que le envía a Anselmo: no por pensar en una isla de oro, ésta existe; c) el senti­ do que posee la sentencia: “este mismo insensato comprende lo que digo”, no da pauta para considerar como real su referente. Este caso lo han ejemplificado varios semióticos de nuestro siglo, entre ellos, Beuchot, aún con un toque de buen humor: “ hoy p o r la m añ an a escalé una m on tañ a d e ord\ y además lo hice “ a c om p añ ad o p o r el a c tu a l rey d e la Argentina qu e es un tipo muy narigudo ”19. Todos estos enunciados, si bien tienen sentido, no por ello poseen signifi­ cación o referencia; d) no todo concepto (en su acepción de término mental, oral o escrito), por tomar un papel de representación, avala la existencia del representado. Este punto vincula a los términos y las sentencias bajo la teoría de la suppositio ampliamente desarrollada por la semiótica medieval tardía en sus obras lógicas (Ockham, por ejemplo, desarrolla esta teoría en quince capítulos de la teoría de los términos de su Summa Logicae).\ e) Anselmo necesita agregar una estipulación al término mental para considerar la existencia necesaria­ mente contenida en la comprehensión o connotación del concepto. Veamos el pasaje del Proslogium : "... sin duda ninguna este objeto por encima del cual no se puede concebir nada mayor, no existe en la inteligencia solamente, porque si así fuera, se podría suponer, por lo menos, que existe también en la realidad, nueva condición que haría a un ser mayor que aquel que no tiene existencia más que en el puro y simple pensamiento. Por consiguiente, si este objeto por encima de lo cual no hay nada mayor estuviese solamente en la inteligencia, sería, sin embargo, tal, que habría algo por encima de él, conclusión que no sería legítima. Existe, 19 M. BEUCHOT, Elementos de semiótica, México, U.N.A.M., 1979. NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 129-151, ISSN: 0470-3790 137

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