PS_NyG_2010v057n001p0129_0151
JORGE FRANCISCO AGUIRRE SALA que ellos, y que él sólo espor sí mismo ”14. Consecuencia irrecusable en ‘El bien presente en los objetos buenos, es el bien soberano que existe por-sí m ismo’. Ante todo ello, debemos advertir un aspecto vivencial. La atención de Anselmo no está en la tautológica participación del bien, sino en el deseo de quien busca al bien en todo lo bueno. Y en el cumplimiento de dicho deseo, se halla al bien como absoluto y participado. Esta argumentación es un modus ponendo ponens de la lógica sentencial. La misma estructura formal hallamos en el capítulo segun do al substituir “bondad” por “grandeza”. Pero la sustitución no es banal, avanza a una profundización mayor de la razón impulsada por la fe. El argumento dice: del mismo modo hay que concluir necesariamente que hay un ser soberanamente grande, si se considera que todo lo que es grande lo es por un ser que es grande por sí mismo, grande, digo, no por la extensión, como un cuerpo, sino tal, que cuanto más grande es, mas digno y bueno es, como la sabiduría... es necesario que haya un ser a la vez soberanamente grande y soberanamente bueno, es decir, absolutamente superior a todo lo que existe?"5. Esta conclusión finca el antecedente de los capítulos dos a seis del Proslogium. Por lo pronto, quedemos en el capítulo tercero del Monologium donde muestra su ingenio argumentativo: "... porque todo lo que existe viene de algo o de la nada. Pero la nada no puede recibir el ser de la nada, porque ni siquiera se puede imaginar que haya algo sin causa; luego lo que existe no tiene el ser más que en virtud de otra cosa. Así las cosas, o la causa de lo que existe es única o hay varias; si hay varias, o convienen en un principio común que les ha dado el ser, o existen cada una de por sí, o se han creado mutuamente. Ahora bien, si provienen de un mismo principio, ya no tienen un origen múltiple, sino único. Si existen cada una por sí misma, hay que suponer la existencia de una fuerza o una naturaleza a la que espropio existirpara sí, y de la que tienen su prerrogativa de 14 Ib. 15 Ib., 196. c. 2. 134 NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 129-151, ISSN: 0470-3790
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz