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PROTRÉPTICOS: LAS EXHORTACIONES A LA FILOSOFÍA. subordinar todo lo demás y renunciar a cuanto sea necesario para alcanzar ese fin último que al inicio de la discusión se buscaba? De los padres, tutores, amigos y amantes, ninguna posesión podríamos adquirir mejor que ésta. Por eso, retornando a la figura de Sócrates, nada importa el tener que renunciar a la hacienda, a los honores y al poder, pues éstos de nada sirven si no se ha indagado previamente la naturaleza de éstas y otras muchas cosas por medio de la reflexión filosófica. Así que, en cierto modo, el protréptico del Eutidemo , e incluso muchas de las cuestiones analizadas en adelante por el propio Aristóteles, parecen encontrar su punto de partida en las enseñanzas del maestro, que continuamente exhortaba a la filo­ sofía, de palabra y obra, a cualquier ciudadano: “ voy p o r todas partes sin h a c e r otra cosa qu e intentar persuadiros, a jóv en es y viejos, a no ocuparos ni d e los cuerpos ni d e los bienes antes qu e d el a lm a ni con tanto afán , a fin d e qu e ésta sea lo m ejor posible, diciéndoos: ‘No sale d e las riquezas la virtud p a r a los hombres, sino d e la virtud, las riquezas y todos los otros bienes, tanto los privados com o los públicos. Si corrompo a los jóven es a l d ecir tales p alabras, éstas serían d añ i­ nas. Pero si algu ien afirm a qu e y o digo otras cosas, no d ice verdad. A esto y o añ a d ir ía Atenienses, h a c e d caso o no a Anito, d ejadm e o no en libertad, en la idea d e qu e no voy a h a c er otra cosa, aun qu e hu biera d e m orir muchas veces”’8. 2. PRUDENCIA Y TEORÍA EN EL PROTRÉPTICO DE ARISTÓTELES En qué consista exactamente esa sabiduría que nos permite usar los bienes correctamente (o, mejor dicho, convertir las posesiones en bienes), descrita casi siempre en analogía con los procedimientos técnicos y los sentidos corporales, especialmente la vista; saber si es transmisible o si por el contrario constituye una especie de donación divina y repentina; qué medios se han de emplear para alcanzar ade­ cuadamente los fines: todas éstas son cuestiones que pueden desen- 8 PLATÓN, Apología , 30a-c. NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 103-128, ISSN: 0470-3790 109

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